El goteo de informaciones que van desmontando la defensa de Cristina Cifuentes sobre el escándalo de su máster es constante, lo que parece abocar a la presidenta de la Comunidad de Madrid a su tumba política. En una nueva exclusiva de El Diario, quedaría demostrado que la madrileña sacó una cuarta parte de las asignaturas sin examinarse, por medio de convalidaciones con actas falsificadas.
Estas actas oficiales con sello del Instituto de Derecho Público que dirige Enrique Álvarez Conde, director del famoso máster, dan cuenta de una "comisión de Garantía de Calidad" con fecha del 24 de mayo de 2012, donde se aprobó a varios estudiantes tres de las asignaturas de la titulación.
Hasta aquí todo normal, ya que las convalidaciones son un método habitual y regular en cualquier formación universitaria si el alumno demuestra que tiene los mismos conocimientos con otro título oficial. Lo turbio en este caso es que la reunión de esta comisión de Garantía de Calidad nunca existió y que las actas que la registraron, con memebrete y sello oficial de la URJC, fueron falsificadas.
Según el medio anteriormente citado, seis de las cinco firmas que aparecen en el acta están falsificadas. Dos de las profesoras niegan haberlo firmado y a otra no le suena la firma.
De los nombres que aparecen en las actas de las asignaturas convalidadas, tres ya nos son conocidos. Figura Enrique Álvarez Conde, catedrático que dirige este instituto universitario de la URJC en el que Cifuentes cursó el máster; Cecilia Rosado, directora del master; y Clara Souto, discúpula de Álvarez Conde y que habría formado parte del tribunal del TFM de la presidenta.
Junto a ellos, se encuentran Laura Nuño, subdirectora de Álvarez Conde; Alfredo Allué Buiza, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valladolid; y Ángela Figueruelo, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Salamanca y vocal de la Junta Electoral Central.
Firmas falsificadas
"No recuerdo haber convalidado nada de esa materia, ni remotamente", ha asegurado Laura Nuño a El Diario asegurando, además, que la firma que aparece en el documento no parece suya, aunque no se atreve a asegurar que es falsificada, lo que sin embargo confirma Rosario Casas, perito calígrafo judicial.
Alfredo Allué Buiza es más claro y asegura que jamás se ha "reunido en ninguna comisión de garantía del máster". Respecto a la firma, es contundente: "Ni es mi firma, ni lo que pone debajo, lo de Alfredo Allué, es mi letra". Lo mismo que asegura Ángela Figueruela: "Esa no es mi firma ni mi letra", indica, asegurando desconocer qué es la Comisión de Garantía de Calidad a la que hace referencia el documento. Ambos van a estudiar emprender acciones legales.
Cecilia Rosado, la presunta responsable
El informe caligráfico encargado por El Diario prueba que la única firma verdadera es la de Cecilia Rosado, directora del máster de Cifuentes y principal sospechosa de falsificar el acta con el que Cifuentes intentó tapar el escándalo, según reveló el propio Álvarez Conde.
Cecilia Rosado, según este informe pericial, habría sido la que escribió el resto de nombres de los firmantes. Respecto a las rúbricas, la perito confirma que se han falsificado todas por la misma persona: "Hemos podido concluir que en las seis firmas estampadas en los mencionados documentos dubitados existe una relación gráfica entre ellas, y por tanto consideramos, que las firmas estampadas en las muestras cuestionadas son falsas, a excepción de la firma que aparece como de Cecilia Rosado".
