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Un adolescente muere tras dispararse accidentalmente mientras hacía un directo de Instagram

Malachi Hemphill tenía tan solo 13 años y su familia aún desconoce cómo consiguió el arma.

El fervor con el que vivimos el fenómeno de las redes sociales y la búsqueda de protagonismo en internet puede hacer que "el tiro nos salga por la culata". Eso es, al menos, lo que le ha sucedido a Malachi Hemphill, un adolescente estadounidense de 13 años, que decidió emitir un directo a través de la red social Instagram... que no terminó como esperaba.

Según relata su madre, Shaniqua Stephens, tanto ella como su hija escucharon una fuerte detonación en el cuarto de su hijo. Cuando accedieron al dormitorio, encontraron una terrible escena: su hijo yacía en el suelo cubierto por un charco de sangre.

En medio de aquella escena, Stephens relata lo que sucedió a la cadena de televisión WXIA: "En un momento dado, mi hija gritó y dijo, '¡Mamá, apaga su teléfono!' Cuando me puse a mirar el móvil estaba en Instagram Live".

El joven, que aún se encontraba con vida, terminó falleciendo en el hospital, después de la intervención de los Servicios de Emergencia. 

Entre los testigos de dicha intervención, se encontraron un grupo de niños que, al parecer, habrían visto en directo todo lo sucedido: "Había alrededor de 40 a 50 niños fuera", ha relatado la madre. "Supongo que todos ellos habían estado viendo lo sucedido a través de sus teléfonos. Por ello decidieron venir hacia aquí".

Mientras tanto, los padres se encuentran destrozados ante lo sucedido: "este dolor no se irá nunca", ha relatado la madre, que prosigue: "era mi único hijo. Solo tenía 13 años. La imagen de él en el suelo no se me borrará jamás de la cabeza". "Esto puede sucederle a los mejores padres.... puede sucederle a la mejor persona", ha declarado el padre de la víctima, Ernest Stephens.

Algunos de los usuarios capturaron imágenes de lo sucedido
"Algunos de los usuarios capturaron imágenes de lo sucedido"

Los padres se han defendido y han asegurado que siempre estuvieron pendientes de las relaciones que mantenía su hijo y de sus actividades. Sin embargo, han afirmado que era imposible controlar completamente lo que hacía en cada momento. Lo que sí han confirmado es que todo lo sucedido ha sido un desafortunado accidente, y en ningún caso un suicidio intencionado por parte del joven. Así al menos lo considera la familia de la víctima y las autoridades parecen mostrarse de acuerdo.

En medio de todo este suceso, tanto autoridades como familia desconocen por el momento cómo el pequeño pudo acceder a un arma. Al parecer, la familia jamás ha poseído ninguna pistola en casa y Malachi, al ser menor, no pudo comprarla de manera directa

Malachi Hemphill junto a sus padres en una fotografía publicada en redes sociales
"Malachi Hemphill junto a sus padres en una fotografía publicada en redes sociales"

La hipótesis que aparece con más probabilidad es que el menor recibiese la pistola de manos de un amigo, tal y como ha relatado la propia madre del fallecido. Sin embargo, si se descubriese la identidad de dicho individuo, podría enfrentar un delito penal, por lo que la investigación se encauzará por ese camino.

El caso de Malachi no es el primero de una persona que fallece usando sus propias redes sociales, un ranking en el que España, lamentablemente, no sale bien parada. De hecho, el caso de Stephen no es, si quiera, el primero de estas características. ¿Hay alguna forma de evitar nuevos sucesos de este tipo? ¿Damos demasiada importancia a nuestra presencia en internet? 

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