"Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!". La mítica frase nos remite a un niño con gafas que, sentado en el sofá de su casa, se dedica a llamar a todos los números de teléfonos posibles para felicitar las fiestas.
Han pasado ya 20 años desde aquel anuncio. La empresa que lo patrocinaba, Airtel, ya no existe. Y "Edu" ha abandonado el sofá por la silla de su despacho y el teléfono por el ordenador. Y es que Enrique Espinosa, tal y como se llamaba el niño en la realidad, se ha reconvertido en empresario por internet. "Durante 20 años he estado meditando sobre el por qué del impacto del anuncio y cuando descubrí el motivo, creé mi proyecto para aplicar la metodología del éxito del anuncio junto a la tecnología digital".
Ahora se dedica a asesorar a Pymes para que puedan ganar relevancia en la red. Todo un cambio inesperado.