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La sequía y la marea baja deja sin agua los canales de Venecia

Es una más de las consecuencias del invierno seco que ha atravesado Italia, sobre todo el norte donde las precipitaciones se han reducido un 40%.

La sequía y la marea baja deja sin agua los canales de Venecia

Italia está viviendo una grave sequía que ha reducido las precipitaciones en el norte de Italia hasta un 40% respecto a los niveles normales en esta época del año. Una de las consecuencias más visibles nos la podemos encontrar en Venecia, donde los canales han visto caer su cantidad de agua a niveles extremos, donde por las tardes pueden lucir prácticamente secos. Este fenómeno puede observarse durante los primeros meses del año, aunque no a estos niveles. Esta anomalía ha venido dado por la presencia de un anticiclón continuado que ha impedido la caída de precipitaciones.

El problema no es únicamente estético, ya que los canales son una de las principales vías de transporte de la ciudad, algo que ha dificultado mucho la movilidad en estos días, lo que se ha sumado al aluvión de visitas turísticas por los carnavales, una de las festividades más importantes de Venecia. "Las bajas mareas provocan diversas molestias, porque toda Venecia vive y se mueve en el agua. Basta pensar en el transporte de las basuras o en el abastecimiento de los supermercados. Las bajas mareas significan que muchas embarcaciones no consiguen navegar, lo que es más preocupante para los medios de emergencia, como ambulancias y bomberos", contaba el responsable del centro de Control de las Mareas de Venecia, Alvise Papa a El Mundo.

Los niveles actuales se encuentran en 60 centímetros por debajo de la media en esta época. Es un fenómeno que se está dando cada vez con más frecuencia, y no es más que otro de los muchos efectos del cambio climático que, especialmente en Venecia, pueden suponer un grave problema para la correcta supervivencia de la ciudad en un medio-largo plazo.

Sin nieve en los Alpes

El invierno boreal y seco al que se ha enfrentado el país ha causado estragos en todo el territorio. Algunos científicos y grupos ambientales temen que esta situación se alargue y provoque una sequía similar a la del verano de 2022, cuando se tuvo que declarar el estado de emergencia en la zona que rodea el río Po por la peor sequía que se ha vivido en 70 años.

Todos los lagos y ríos de Italia están sufriendo episodios continuados de sequía extrema. El río Po, en cuyos alrededores se encuentra alrededor de un tercio de toda la producción agrícola del país, está con su afluente en niveles un 61% inferiores a la media en esta época. Massimiliano Pasqui, del instituto de investigación científica CNR, asegura al diario Corriere della Sera que Italia se encuentra en "una situación de déficit de agua que viene desde el invierno 2020/2021", por lo que deben de recuperar "500 milímetros en las regiones del noroeste", lo que se puede traducir como "unos 50 días de lluvia".

Otro ejemplo más de los efectos del cambio climático en el país se puede observar en una de las cadenas montañosas más conocidas del mundo: los Alpes. La cantidad de nieve que ha caído en estas montañas se ha visto reducida en un 53% respecto a la media. Esto no solo ha afectado a las estaciones de esquí y a la economía de los pueblos transalpinos, sino que se verá reflejado en la primavera, ya que del agua proveniente del deshielo de esta nieve abastece a millones de personas y miles de cultivos, algo que, a parte de a Italia, afectará a más países como Francia, Suiza, Austria o Alemania.

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