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La odisea del tren de Osorno relatada en unos divertidos tweets

Hablamos con Gerardo, uno de los damnificados por el tren abandonado a su suerte por un maquinista. El joven, que estuvo en primera persona en el tren de Osorno, contó de forma muy amena el incidente en Twitter.

Sin lugar a dudas, la noticia del maquinista de Renfe que paró un tren en un pueblo y dejó tirados a los viajeros porque había terminado su jornada laboral tiene todas las papeletas para convertirse en la noticia del día, de la semana y si nos ponemos así, del mes. Diversos medios se han hecho eco poniéndose del lado de los viajeros y sin tener en cuenta que el conductor del tren había finalizado su turno y, ya fuera por cometer una ilegalidad o incluso una infracción, no podía continuar en su puesto.

De cualquier manera, la noticia está llena de datos inconexos. Dependiendo del medio en el que leas la noticia, el número de pasajeros afectados varía de manera considerable (algunos dicen que eran 40 personas, otros dicen que fueron 110) así que nosotros nos hemos ido al origen de la noticia. Anoche, un tuitero llamado @GerFerHer contó en directo en Twitter lo que estaba sucediendo dentro del tren de Renfe. Por eso, hemos hablado directamente con él, Gerardo, uno de los viajeros afectados por el tren de Osorno, para que nos cuente la verdad sobre esta auténtica odisea.

Todo comenzó con un tuit informativo en el que Gerardo avisaba a Renfe de que el tren se había detenido en Osorno y el conductor se había marchado.

"Nos enteramos porque el tren directamente paró y el maquinista por megafonía dijo 'Hemos parado por un fallo técnico'. Al cabo de un rato vino un revisor que estaba un poco en las nubes y nos dijo que el maquinista se había ido, que su horario había terminado y que no había más maquinistas", cuenta Gerardo a Los Replicantes.

El aviso pilló a todos los viajeros por sorpresa, que no se creían que eso les estuviera pasando a ellos: "Nos quedamos en medio de la nada, en un tren en el que estábamos condenados a permanecer solos desde el momento en que salimos como si de una película dirigida por Tarantino feat. Almodóvar se tratase".

La gran duda de los viajeros era cómo llegar a su destino. El tren del incidente cubría la ruta Santander-Madrid, por lo que todos los pasajeros buscaron de forma desesperada poder llegar a la capital sin incidencias. Por suerte, Renfe les puso autobuses sustitutivos aunque, según Gerardo, "eran del Pleistoceno" y tardaron mucho en llegar: "Me hice viejo esperándolos".

"Llegamos a las 3 de la mañana y tuve que pillar un taxi en Madrid", recalca Gerardo.

La polémica no se ha hecho esperar en cuanto la noticia ha conseguido un mínimo de repercusión. "¿Cómo es posible que haya dejado tirados a más de 100 pasajeros?", se preguntaban unos. "¿Cómo es posible que Renfe no tenga a una persona que sustituya a un conductor cuando se acaba su turno?", se cuestionaban otros. España no se encontraba tan dividida desde que Chenoa y Bisbal rompieron.

Entre esas dos posiciones, Gerardo es de los últimos. Cuando le hemos preguntado lo ha dejado claro: "Entiendo que él está reivindicando sus derechos y lo respeto. Creo que la culpa de todo esto lo tiene la empresa". Además de por su web, ahora Renfe tiene que lidiar con las críticas a sus políticas laborales.

Tras la parte seria del incidente, no hemos podido evitar preguntarle a Gerardo algo de relevancia nacional. "¿Sabías queJosé Manuel Parada, el de 'Cine de Barrio', fue de los primeros en anunciar lo que estaba ocurriendo en el tren en Twitter?", le preguntamos. Gerardo, como el resto de españoles, flipa. "¿¿EN SERIO??", nos responde.

Gerardo, cuando contó en directo lo que estaba ocurriendo, llegó a un punto donde los sucesos empezaron a tomar un cariz muy 'almodovariano'. Un tren parado en mitad de Castilla, un maquinista que se había ido a su casa y... ¿un revisor borracho?

"No sé si estaba borracho o no, ni lo niego ni lo afirmo. Una cosa es lo que nosotros percibiéramos y otra la realidad. Yo no vi beber a ese señor, igual solo era sopor y hartazgo", afirma entre risas.

Pero el posible revisor de Renfe borracho o cansado de estar durante horas en un tren a ninguna parte no era lo único que Gerardo iba a percibir. El detalle más divertido sobre esta odisea ferroviaria lo tiene una señora que pedía silencio porque su gato se estresaba. Typical Almodóvar. "¿Pero lo de la señora ocurrió de verdad?", le preguntamos. "¡Sí, sí!", afirma Gerardo. "Hasta me asomé a saludar a su gato. Que más que un gato era un TIGRE. Fue en el autobús de vuelta, dijo 'OYE QUE YO HE PAGADO VAGÓN SILENCIOSO, ¿ESO AQUÍ YA NO CUENTA? ¡QUE MI GATO DE 19 AÑOS SE ESTRESA!'. Yo no me pude reír más".

Un verdadero viaje para olvidar que al menos fue increíblemente ameno, tal y como dejó claro Gerardo en Twitter. "Después de esto no cogerás más un tren de Renfe", le comentamos. "No es la primera vez que me sucede algo en un transporte público. Ya más que confiar en el transporte público es el morbo de '¿QUÉ PASARÁ ESTA VEZ?'. Creo que voy a escribir un libro de vivencias". Estaremos expectantes, Gerardo.

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