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Cáncer de pulmón: síntomas que no pasar por alto y cuándo consultar con un especialista

El diagnóstico precoz es clave a la hora de garantizar el éxito en el tratamiento: estas son algunas de las claves.

Cáncer de pulmón: síntomas que no pasar por alto y cuándo consultar con un especialista

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. En España, afecta anualmente a casi 30.000 personas. Su detección temprana es importante para luchar contra la enfermedad, sobre todo si se tiene en cuenta que en un 70% de los casos, se detecta cuando ya está avanzada y existen pocas probabilidades de curación. En fases tempranas, la cirugía puede lograr tasas de supervivencia superiores al 80%.

El tabaquismo es la principal causa, aunque no la única. La contaminación atmosférica y la genética influyen también. Aproximadamente 22.000 personas pierden la vida anualmente como consecuencia de este tumor. Cabe destacar que existen dos tipos: el de células no pequeñas, que representa el 85-90% de los casos y el de células pequeñas, que se desarrolla en el 15% de los pacientes. En cualquiera de ellos, el diagnóstico precoz es fundamental.

Primeros signos de alarma

A pesar de la agresividad de esta enfermedad, en un gran porcentaje de pacientes, el cáncer no presenta síntomas en sus fases más tempranas, motivo por el que termina siendo diagnosticado cuando ya es tarde, reduciéndose la posibilidad de supervivencia.

Algunos de los signos de alerta más frecuentes al comienzo de la enfermedad son los siguientes:

  • Cansancio
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso
  • Tos seca con o sin flema
  • Tos con sangre en el esputo (hemoptisis)
  • Dificultad para respirar (disnea)
  • Dolor si afecta a estructuras óseas
  • Tos persistente
  • Disfonía (cambios en la voz)
  • Disfagia (sensación de bloqueo de la comida en la mitad del tórax)
  • Dolor en la espalda

En fases avanzadas, además, puede manifestarse con debilidad, dolor de huesos y articulaciones, confusión, mareos y cansancio generalizado.

Factores de riesgo

El tabaquismo aparece como origen en más del 80% de los casos diagnosticados en España. Las probabilidades en un fumador crónico se disparan hasta el 30%, mientras que en una persona no fumadora se mantienen en un 1%. Existen otro tipo de factores a tener en cuenta:

  • Ser fumador pasivo
  • Exposición al amianto y otros hidrocarburos, como arsénico y níquel
  • Otras patologías pulmonares, como EPOC o fibrosis
  • El riesgo aumenta con la edad
  • El riesgo se incrementa con antecedentes familiares
  • La contaminación del aire incide

Tratamiento

Si el cáncer está localizado, la mayoría de casos se abordan con un enfoque quirúrgico, con altas posibilidades de curación. En este caso, se aplican procedimientos como la lobectomía, neumonectomía o segmentectomía. Se trata de un abordaje multidisciplinar y dependerá de las características de cada paciente.

La radioterapia también se tiene en cuenta. Se trata de la administración de radiaciones ionizasteis para el tratamiento local de determinados tumores para eliminar células tumores con el mínimo daño a las que están sanas. Se puede usar en combinación con la quimioterapia en pacientes no operables o con metástasis.

La quimioterapia se lleva como tratamiento adyuvante tras una cirugía o neoadyuvante, de forma previa a una posible resección quirúrgica. También se puede contemplar como tratamiento paliativo si la enfermedad se ha diseminado por todo el organismo.

La inmunoterapia, por su parte, es una técnica que constituye un gran avance en el abordaje de este tipo de cáncer y que puede ser un tratamiento único o, por su parte, combinado con la quimioterapia y la radioterapia.

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