Crisis en Melilla. La ciudad autónoma permanece desde hace diez días sin Administración después de que el grupo Qilin, una organización de cibercriminales vinculada a Rusia, haya atacado todos los servidores y tumbado todo el sistema informático de las autoridades locales.
La página web oficial del Gobierno de Melilla sigue sin operar, mientras que los policías, funcionarios o administrativos que trabajan en la localidad española no son capaces de realizar ningún tipo de función. Una grave caída que ha dejado completamente paralizada a la ciudad.
Los atacantes afirman que han logrado robar los datos personales de prácticamente todos los residentes y una importante cantidad de datos turísticos. Además, afirman haber entrado en ordenadores personales de altos cargos, con pruebas relevantes sobre presunta corrupción y mal uso de fondos públicos.
????????????Cyber Attack Update??
— Hackmanac (@H4ckmanac) June 26, 2025
????????Spain - Melilla
Qilin ransomware group claims responsibility for the cyberattack against the city of Melilla, allegedly destroying its administrative and network infrastructure.
The attackers state they exfiltrated 4–5 terabytes of data, including... https://t.co/dkWBt9NtIX pic.twitter.com/pKJCJm8uXU
La ciudad autónoma ya lleva diez días de completo apagón informático y los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) están intentando recuperar los datos encriptados de los que se han apropiado los ciberdelincuentes, como publica The Objective. El ataque afecta gravemente a la ciudad, puesto que afecta a lugares sensibles como la policía, así como a los empleados públicos, que no saben cuándo podrán cobrar su nómina.
Administración totalmente paralizada: no hay fecha de solución
La situación es crítica en la ciudad. Los agentes de la Policía Local solo tienen en estos momentos a su disposición un ordenador y sus labores se han quedado suspendidas en la práctica. El Gobierno local ha reconocido que falló en sus previsiones, puesto que pensaba que la incidencia se resolvería pronto pero se ha enquistado.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha reconocido que se trata de un "asunto grave" y que en estos momentos no tiene fecha de solución. También ha reconocido que los 1.200 empleados públicos afectados verán aplazado el cobro de su salario 'sine die' hasta que se pueda resolver el problema.
El método empleado sigue el denominado 'ransomware', en el que los ciberdelincuentes piden una importante suma de dinero a cambio de devolver la información. Las administraciones no suelen ceder a los chantajes, que en esta ocasión ascienden a 1,8 millones de euros.
Vinculación a Rusia e información sobre supuestos casos de corrupción
El ataque tiene un origen internacional, aunque se ejecutó desde España, según ha explicado el director general de la Sociedad de la Información de Melilla, Pablo Martínez. Para que se perpetrara, fue vital la brecha de seguridad derivada del fallo de un empleado del Gobierno local, que se conectó fuera de la ciudad a los sistemas internos.

Los ciberdelincuentes tienen como nombre el Grupo Quilin, una organización vinculada a Rusia, que ha asumido la autoría del ataque. En un comunicado, han asegurado que han "destruido por completo la infraestructura administrativa y de red de la ciudad", con información sensible de la administración local y un volumen de cuatro a cinco terabytes que podrían publicar.
"Tenemos en nuestras manos una lista casi completa de los datos personales de todos los habitantes autóctonos de Melilla. También tenemos en nuestro poder una lista significativa de datos sobre turistas. Y lo interesante es que el principal motivo por el que estamos esperando negociadores ¡es otro! Desde hace mucho tiempo tenemos acceso a los ordenadores personales de personas muy importantes, y tenemos información sobre, por decirlo suavemente, un uso inapropiado y corrupto de fondos", señalaba el grupo en un comunicado.
El Ayuntamiento espera ahora restablecer el funcionamiento del sistema informático cuanto antes. El ataque fue especialmente duro y afectó a cualquier ordenador que estuviera conectado o no a la red local, destrozando toda la infraestructura informática.
Un punto estratégico y una ciudad sacudida por la corrupción
Melilla es una ciudad especialmente sensible para España. Su lejanía respecto a la Península Ibérica y distancia respecto a Ceuta (en este caso a tan solo 14 kilómetros de la Península, frente a casi 400 kilómetros entre ambas ciudades), dificultan sensiblemente su defensa. Además, se encuentra en un punto crítico, facilitando el cierre del Mediterráneo, y es un lugar de tránsito en las rutas irregulares.
Además, la Administración local ha sido especialmente señalada por casos de corrupción. El Gobierno de Juan José Imbroda, alcalde-presidente entre 2000 y 2019, así como desde 2023 (solo durante una legislatura gobernó Ciudadanos también con un caso de amaño de contratos públicos que llevó a la expulsión del alcalde-presidente Eduardo de Castro), ha mantenido a 31 investigados solo entre 2015 y 2017. Al menos seis consejeros incluso han permanecido en sus cargos tras el estallido de las causas.