¿Por qué es la frase del día?
Con estas palabras, el exministro de Exteriores José Manuel García Margallo ha ajustado cuentas con quien fue su principal enemiga en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría.
Preguntado en ABC por el distanciamiento que ha vivido respecto a Mariano Rajoy durante los últimos años, Margallo subraya: "Hubo un intento muy deliberado por parte de la vicepresidenta de ir eliminado a los ministros que eran amigos de Rajoy. Fue deteriorando esa relación, le intoxicó y le hizo creer que había una maniobra en su contra. Después, cuando apoyamos a Casado en las primarias, se volvió a enturbiar todo".
A pesar de la distancia que se ha abierto entre ambos, Margallo no da las relaciones por rotas: "Yo estuve en el funeral de su padre y él me llamó cuando falleció el mío", ha señalado.
Uno de los problemas que teóricamente les distanció, fue cuando alguien planteó la posibilidad de presentar un candidato alternativo en 2016 y se habló de Margallo y Ana Pastor. Sin embargo, solo la segunda se lo comunicó a Rajoy: "En ese tema solo sé que hubo una conversación con varios empresarios y se planteó el nombre de dos ministros, el de Ana Pastor y el mío. Pero pensé que no tenía el menor recorrido porque no había más candidato que Rajoy. No sé si se lo dijeo no, porque no le di importancia. Nunca he estado en una conspiración".
Margallo también ha valorado el grado de influencia que Soraya Sáenz de Santamaría mantenía sobre Rajoy: "Las discrepancias que mantuve con ella fueron políticas, sobre temas que siguen sin resolverse. Se quedaron tres cuestiones pendientes: Cataluña, Gibraltar y la reforma institucional. Se tomaron caminos distintos a los que yo propuse. La vicepresidenta quiso ser la única, cuando debió haber una económica para De Guindos".
Por último, el exministro de Asuntos Exteriores también ha querido lanzar un mensaje a Casado: "Un partido que quiere ser de Gobierno debe ser claramente centrista, con distintas sensibilidades, no dejarse arrastrar por posiciones de partidos extremos y tener una posición bien definida. A Sánchez le interesa que la oposición sea VOX".