La variante ómicron ha hecho que se disparen los casos de coronavirus y que los tests de antígenos estén prácticamente agotados en todas las farmacias. En muchos casos, cuando presentamos síntomas nos preguntamos si es mejor un test de antígenos de forma nasal o un test de saliva Con las otras variantes siempre era mejor recurrir a un test de forma nasal pero parece que con la variante ómicron la cosa ha cambiado.
Una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad de Cape Town en Sudáfrica, que aún está pendiente de validación, afirma que las muestras de saliva aportan más fiabilidad que aquellos en los que se analizan las muestras procedentes de la mucosa nasal.
La investigación
Para el estudio se han analizado 382 muestras de pacientes con síntomas agudos pero no hospitalizados. Las muestras se clasificaron como ómicron o delta en función de los datos de secuenciación del genoma completo.
Los resultados confirmaron que para la variante delta, el resultado de concordancia positiva fue mucho mayor en las muestras analizadas a través de las muestras nasales, con un 100% de concordancia respecto al 71% de concordancia con las muestras de saliva.
Sin embargo, la situación cambió al analizar la variante ómicrón, donde la concordancia de las muestras de saliva era del 100% mientras que la concordancia de las muestra nasales era del 86%.
Estos hallazgos son importantes y muestran que quizá deberíamos plantear el cambio a las muestras de saliva. Aun así, los investigadores determinan que aún es pronto para determinarlo.
Además, el muestreo a través de la saliva permite hacerlo también de una forma automática, con alta bioseguridad y sin apoyo sanitario, según los expertos, por lo que también contaría con grandes ventajas a la hora de ser el método utilizado para detectar.
