Fue el 11 de junio de 2013 cuando la Duma de Rusia aprobó, con la única abstención de Ilya Ponomarev, la ley contra la "propaganda homosexual", como lo califican las autoridades rusas. Esta ley federal tenía "el propósito de proteger a los niños de la información que aboga por la negación de los valores familiares tradicionales".
Sin embargo, lo retrógrado no tiene límites y la Duma estatal ha decidido endurecer -aun más si cabe- esta ley. Así, este jueves 27 de octubre se ha aprobado por unanimidad en primera lectura una reforma legislativa con la que, ya no solo se penalizarán la defensa de relaciones sexuales no tradicionales a menores, sino que el castigo se extenderá a cualquier rango de edad.
También se contemplan aspectos como la pedofilia y cualquier tipo de información relacionada con el fomento de los cambios de senos entre adolescentes. Y es que uno de los pilares para justificar esta ley es relacionar la pedofilia con la homosexualidad.
"Debemos hacer todo lo posible para proteger a nuestros hijos y a aquellos que quieren vivir una vida normal!, afirma Viacheslav Volodin, presidente de la Duma.
A pesar de que la iniciativa legal ya cuenta con el apoyo de los cinco partidos políticos representados en la Cámara Baja del Parlamento, para la promulgación definitiva del proyecto, este ha de pasar por el Consejo de Federación y la mesa del presidente, Vladímir Putin. Aunque, teniendo en cuenta la trayectoria histórica del país en lo que respecta a derechos humanos, se espera que la reforma siga su cauce.
Las penas por incumplir la ley
El incumplimiento de estas medidas supondría la expulsión de ciudadanos extranjeros y el cierre inmediato del medio de comunicación o página internet que lo publique. De hecho, Roskomnadzor, regulador de los medios de comunicación rusos, ya ha eliminado o bloqueado más de 7.200 sitios web porque el Gobierno le ha otorgado nuevos instrumentos para perseguir a aquellos que se benefician de lo que consideran "propaganda LGTBI".
También queda terminantemente prohibida esta "propaganda" en el cine, los libros, la publicidad y cualquier servicio audiovisual. Las multas por "propaganda homosexual" pueden ascender hasta 5 millones de rublos (más de 80.000 euros).
