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Política

9 motivos por los que Donald Trump podría ser el próximo Presidente de los Estados Unidos

Donald Trump es el nuevo e inesperado fenómeno político estadounidense. Empezó siendo un chiste pero, ¿podría ser el próximo Presidente de los Estados Unidos?

Redacción

08 Agosto 2015 13:34

Donald John Trump nació el 14 de junio de 1946 en el barrio de Queens de Nueva York. Hijo de una inmigrante escocesa, sus abuelos paternos también eran inmigrantes, en este caso alemanes. A sus 69 años, Trump ha amasado una fortuna principalmente gracias a la construcción y a los casinos. Es conocido en Estados Unidos y buena parte del mundo por haber presentado durante años el reality show 'The Apprentice' así como su curiosa mata de pelo capilar que parece tener vida propia.

Ahora, Trump está en boca de todos al ser uno de los candidatos a la Presidencia del Gobierno de los Estados Unidos por parte del Partido Republicano. Lo que parecía ser una broma se ha convertido en algo muy serio y su candidatura lidera de manera consistente todas las encuestas republicanas, aumentando su ventaja semana a semana. Muchos se preguntan hasta cuándo durará la broma de Trump pero, ¿y si consigue alcanzar no sólo la Presidencia del Partido Republicano, también la de los Estados Unidos?

Hoy, en Los Replicantes, 9 motivos por los que Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos no es una hipótesis tan descabellada...

1 Arnold Schwarzenegger

Arnold Schwarzenegger

No es la primera vez que un candidato disparatado salido de la televisión y con las ideas poco claras gana unas elecciones en aquel país. El 7 de octubre de 2003 el actor Arnold Schwarzenegger, conocido por la saga de películas Terminator, fue elegido Gobernador de California. El experimento, que a priori tenía todas las de fracasar, fue todo un éxito.

Schwarzenegger acabó siendo reelegido por un segundo mandato y se le recuerda como un buen Gobernador de California. El actor fue capaz de romper filas en el partido Republicano, siendo un defensor del matrimonio homosexual o la investigación con células madre en contra de los ideales de su formación política.

2 Su incorrección política

Donald Trump

Donald Trump asegura que el problema de la política estadounidense es el "exceso de corrección política". Y, en su caso, presume de la falta de ella. Sólo Trump es capaz de lanzar comentarios machistas, no disculparse por ellos y, preguntado por dichos comentarios por la moderadora del Debate Republicano conseguir levantar el aplauso del público no sólo no retirando sus palabras, sino haciendo una nueva broma sobre ellas, atacando a Rosie O'Donnell y mandando un dardo a la propia moderadora del Debate. Cualquier otro candidato ante una situación así acabaría hundido por los medios, en cambio Trump sale inexplicablemente reforzado.

3 La atención mediática

Donald Trump escaleras

"Que hablen mal de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen". La frase de Oscar Wilde resume perfectamente el proceso Republicano ahora mismo. Trump se ha convertido en un payaso, sí, pero también en un imán para las audiencias. El empresario sabe que sus salidas de tono interesan y lo utiliza para colarse en todos los programas posibles. Y el mensaje empieza a calar. Tras el Debate Republicano, se recorrió los principales informativos del país, y las cadenas se lo rifaban. Hasta la conservadora FOX News no tiene más remedio que dedicarle horas y horas de tiempo en pantalla aunque Trump esté en realidad dinamitando al Partido Republicano desde dentro.

Pero el imán de Trump va mucho más allá de los informativos y su figura ya se ha convertido en un motivo de debate en cualquier tertulia femenina que pululan el day time de la televisión estadounidense y de mofa en todos los late shows del país. El resultado es que hay Trump para desayunar, comer y cenar.

Mientras la audiencia por el proceso de primarias republicano se dispara (el debate fue el más visto de la historia), el resto de candidatos tiene que pelear con el titán Trump por un minuto de atención en televisión. Y, para hacerlo, no tienen más remedio que decir una burrada mayor que él. Pero con la diferencia de que el resto de candidatos no son capaces de sostener esas burradas con la cara de felicidad de Trump y acaban perjudicándose a sí mismos... y fortaleciendo colateralmente a Trump.

4 Sinceridad y populismo

Donald Trump

El anuncio de la candidatura de Donald Trump se realizó en su icónica y homónima torre de Nueva York. Allí contrató extras para que le aplaudieran entre el público mientras pronunciaba su discurso para recuperar la grandeza de América. La polémica llegó con la inmigración: "Cuando México manda a su gente, no nos mandan a los mejores... Nos mandan gente que tiene muchos problemas, y traen esos problemas con nosotros. Traen drogadictos. Traen criminales. Traen violadores. Y algunos, asumo, son buena gente".

Es el discurso xenófobo y populista que, sin embargo, cala en una gran parte del electorado y de la población americana. Trump sólo está expresando de una manera muy vehemente lo que otros candidatos republicanos piensan o dicen de manera velada.

Ante la polémica generada por sus palabras, el magnate se paseó de nuevo por multitud de programas y se negó a pedir perdón por sus afirmaciones, que le costaron romper contratos con multitud de empresas. Pero, en el fondo, a Trump le da todo igual porque sabe que este mensaje cala en una muy importante parte de los estadounidenses.

5 Money, money, money

Britney Spears money

"Soy realmente rico". En España esta afirmación de Trump habría provocado por lo menos su exilio. Pero Estados Unidos es diferente. Y la política americana también. Su fortuna (muy discutida por algunos tras haber declarado en bancarrota a cuatro empresas) también juega a su favor. Porque Trump asegura una y otra vez que es el único político independiente porque no depende del dinero de los demás. Sus rivales, mientras, se recorren américa reuniéndose con poderosos empresarios a cambio de favores.

Y una vez más, Trump es atacado por algo y acaba dándole la vuelta a la tortilla. Durante el debate FOX News le pregunta por qué donó dinero a Hillary Clinton si él era tan Republicano. Y su respuesta fue aplastante, dejó boquiabiertos a sus rivales y de paso supuso un golpe para la propia Hillary:

"Soy un hombre de negocios. Le doy a todo el mundo. Cuando me llaman, les doy. ¿Y sabes qué? Cuando necesito algo de ellos, dos o tres años más tarde, les llamó y ahí están para mí. Y es un sistema roto. Con Hillary Clinton, le dije ven a mi boda, y vino a mi boda. ¿Sabes por qué? No tenía otra opción porque le di. Le di dinero a su fundación y, francamente, una fundación en teoría debe hacer el bien".

6 Es atacado por todos los candidatos

Donald Trump pelo

El proceso de primarias estadounidense es bastante abierto y democrático pero, no nos olvidemos, es gente con unos mismos ideales peleando por ser el candidato de su partido. Hasta ahora este tipo de debates se solían centrar en criticar a los Demócratas más que en debatir entre sí porque, al final, había poco que debatir.

Con Donald Trump todo ha cambiado. El partido Republicano vive en una esquizofrenia y no sabe quién es su enemigo, si la propia Hillary Clinton o el mismísimo Donal Trump. El propio Trump asegura que, si no sale elegido, estudiará presentarse como independiente en las elecciones. Dividir el voto de derechas sería una victoria segura para los Demócratas y los Replublicanos están aterrorizados con la idea.

El resultado es que todo el mundo carga contra Donald Trump: demócratas, republicanos, mujeres, medios de comunicación... y el propio Trump -que como habréis descubierto ya puede parecer tonto pero no tiene ni un pelo de ello- lo utiliza a su favor para ofrecer la imagen que podría dar un niño de 10 años que sufre bullying en el colegio: todos contra mi. Y acaba, por descarte, levantando simpatías entre el público.

7 Un sinvergüenza

Donald Trump

Trump ya ha demostrado que no tiene vergüenza. Y ese es otro punto a su favor, porque es inatacable. Da igual lo que haga, da igual lo que diga. No se arrepiente de nada, no pide perdón por nada. Tiene la increíble habilidad de dar la vuelta a cualquier situación con unas palabras que, estén manipuladas o no, suenan a verdad y sinceridad.

Critícale que donó dinero a Hillary Clinton y acabará dejando en ridículo a Hillary Clinton. Llámale machista que te dirá que sólo bromea pero te acabará llamando mala persona. Medio Estados Unidos lleva semanas intentando acabar con Trump, sacarle esa polémica que acabe con él, pero es imposible. Hasta FOX News planteó un debate duro con duras preguntas para dejar a Trump en evidencia y al final acabó reforzando su imagen. Fue el que más aplausos recibió por parte del público y el ganador del Debate según las primeras encuestas.

8 Su retórica

Donald Trump

A Donald Trump se le pueden criticar muchas cosas, pero hay que reconocer que tiene un don para la oratoria. Su tono de voz, su manera de hablar, sus gestos. Se nota que Trump lleva años curtiéndose en televisión y cada vez que abre la boca la audiencia se queda prendada en pantalla a ver qué va a decir.

La forma que tiene de elaborar el discurso, con frases cortas y contundentes. El tono de verdad absoluta que le impregna a sus palabras mientras su expresividad corporal transmite un mensaje es un don que, por ejemplo, también tiene Barack Obama y del que carecen el 95% de los políticos.

9 La historia de los Estados Unidos

George W Bush

Hay una teoría política implícita que habla cómo el escándalo Watergate de Richard Nixon supuso un duro golpe para la moral del pueblo estadounidense. Y cómo, desde entonces, por miedo a sentirse estafados por los políticos, los estadounidenses suelen preferir al candidato que, aparentemente, no es más listo que ellos y, por tanto, no va a acabar estafándoles.

El "soy uno más de los vuestros, no una élite" es algo que también cala entre el electorado. Obviamente todos los Presidentes forman parte de esa élite pero acaban triunfando aquellos que consiguen convencer al público de lo contrario.

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