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Ir a la peluquería podría provocarte un derrame cerebral

Según afirma el doctor Steven R. Zeiler, el "síndrome de la peluquería" provoca en ocasiones daños irreversibles para el ser humano.

Dirigido a las míticas "señoras que..." van dos o hasta incluso tres veces por semana a la peluquería si la ocasión lo merece. El problema no es si el color de pelo va ser de tu agrado o si el peluquero se va a pasar con la tijera, nada que ver. El momento más placentero de todos podría traernos más de un disgusto. 

Según expertos en medicina, en el momento de lavado de cabello, si el cuello no tiene la inclinación correcta, podría provocarnos el ya conocido como "síndrome de la peluquería". Un desgarre de la arteria carótida que daría lugar a coágulos de sangre y derrames cerebrales. Ya lo avisó la revista especializada en Medicina The Lancet en 1997 cuando dejó constancia de este síndrome.

"Cuando una de esas arterias cervicales resulta dañada de algún modo, puede darse lo que se llama disección, lo cual es un daño en el interior del vaso sanguíneo, que lleva a un flujo y a una coagulación anormales, y luego dichos coágulos pueden ascender hasta el cerebro y causar un derrame" afirma Steven R.Zeiler, jefe de investigación en accidentes cerebrovasculares del Johns Hopkins, tal y como recoge The Guardian

Víctimas mortales de la peluquería

Señora jugándose la vida en la peluquería
"Señora jugándose la vida en la peluquería"

Y es que a pesar de ser casos extramadamente poco comunes, los hay. Según afirma BuzzFeed, en el año 2014 Elisabeth Smith tuvo un derrame cerebral tras haber acudido a un salón de belleza.  Tal y como mostró una tomografía, su cuello había resultado dañado por la pileta que utilizaban en dicho centro.

Pero Elisabeth no sería la única, pues Dave Tyler habría sufrido también el "síndrome de la peluquería" por el que habría recibido 90.000 libras de indemnización, pues deberían haber colocado un cojín sobre la pileta para evitar este síndrome. 

Cabe señalar que son casos extremadamente raros pero cuyos efectos pueden ser fatales. No obstante, señoras bien, señoras fetén, no hay que cogerle miedo a los salones de belleza, que si todo el mundo va a morir tarde o temprano, por lo menos que la Parca nos pille bellas. 

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