Nelson David, de 25 años, fue arrestado en Bilbao, acusado de asesinar a varios hombres en Bilbao. El presunto autor contactaba con sus víctimas a través de una red social de citas para hombres homosexuales y, al acudir al encuentro, les drogaba y les robaba los datos bancarios.
Cuando la policía se lo llevó como principal sospechoso de los asesinatos, todo aquel que le conocía no dio crédito. Nelson trabajaba de recadero en una tienda de pollos propiedad de la madre de su novia, quién le calificó como un chico "bueno, callado y trabajador".
Su suegra habló con él antes de entregarse a la policía. Según relata, le contó que él no tenía nada que ver y la llamó incluso al ver su cara en los medios de comunicación cuando la policía andaba en su busca. Fue ella misma quién le dijo que debía entregarse.
Les drogaba con éxtasis
El pasado mes de octubre se inició una investigación para determinar quién había sido el autor de la muerte de un vecino de Bilbao de 43 años. En un primer momento se pensó que podría haber sido muerte natural, pero a los pocos días, el hermano del fallecido denunció que se había hecho un robo no autorizado en la cuenta bancaria de su hermano.
Con el transcurso de la investigación, la Ertzaintza pidió un análisis del fallecido donde hallaron restos de éxtasis líquido. Fue entonces cuando la policía decidió comenzar a investigar también tres muertes de hombres homosexuales similares ocurridas en el centro de Bilbao, catalogadas también como "muertes naturales".
Finalmente, sin tener aún pruebas explícitas del autor del crimen, recibieron una llamada de un hombre que denunció haber sufrido una agresión por parte de un joven con el que había quedado por una aplicación de citas. Ante la llegada de la policía, el agresor cometió un terrible error: se dejó en el apartamento la mochila con su documentación y el éxtasis líquido.
El registro en su casa determina su ingreso en prisión
Tras hallar la mochila en el apartamento del agredido, la policía puso una orden de busca y captura sobre Nelson David. Estaba siendo buscado como sospechoso de cuatro crímenes con un mismo 'modus operandi'. Actuaba en el casco antiguo de Bilbao y, tras obtener los datos bancarios de sus víctimas, los desvalijaba.
Nelson decidió entregarse voluntariamente a la policía en una comisaría de Irún, negando las acusaciones desde un primer momento. Todos los que le conocían decían de él que era una persona muy agradable, incapaz de haber cometido unos crímenes así. No obstante, parece que todas las pruebas apuntan directamente contra él.
Tras hallar una serie de evidencias que le incriminan directamente, el juez ha decretado su ingreso en prisión provisional a espera de que se celebre un juicio. La mayoría de pruebas encontradas en su domicilio eran algunas prendas de ropa que se encuentran ahora en un laboratorio policial de Bilbao.
