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La dieta del apocalipsis: ¿qué comerían los supervivientes de una guerra nuclear?

Una guerra nuclear podría estar próxima y es imprescindible saber qué hacer para poder sobrevivir.

La dieta del apocalipsis: ¿qué comerían los supervivientes de una guerra nuclear?

Los seres humanos han tenido que prepararse para sobrevivir a todo tipo de situaciones a lo largo de la historia. Desde terremotos, tsunamis o meteoritos precipitándose a la Tierra, siempre se ha contado con un plan de actuación. No obstante, la posibilidad de una guerra nuclear siempre prefiere dejarse para las películas o series, pero ¿y si fuera real?

No sería extraño pensarlo. Hasta 1970 con el Tratado de No Proliferación Nuclear, la amenaza frente a una guerra nuclear durante la Guerra Fría era una realidad para sus contemporáneos. El paso del tiempo y la cautela de las organizaciones gubernamentales han hecho de la guerra nuclear una ficción. Hasta ahora.

La amenaza del presidente de Rusia, Vladímir Putin o del líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, de liberar su armamento nuclear como muestra de superioridad, ha llevado a preguntarse si estamos realmente preparados para un conflicto nuclear.

Qué se puede comer tras un ataque nuclear

En septiembre de 2017, Corea del Norte probó una de sus bombas nucleares de 90 kilotones aproximadamente. Este artefacto contaba con una potencia seis veces superior a la de Little Boy y tuvo un alcance de 130 kilómetros. Ya solo una explosión así dejó inhabitable el terreno en el que tuvo alcance... pero ese no es el fin de la pesadilla.

El pulso de la radiación finaliza cuando acaba la explosión y, tras esta, comienza la radiactividad remanente, que permanece en suspensión a muchos más kilómetros de los que tuvo alcance la bomba siendo ,además, mucho más letal. Esto hace prácticamente imposible poder consumir cualquier alimento que no contenga esta radioactividad.

Los recipientes sellados son una buena opción. La radioactividad no los hace peligrosos y solo los altera ligeramente haciendo que pierdan un poco de su valor alimenticio. Pero estos alimentos, al final tienen una vida finita y los supervivientes que se hicieran con ellos tendrían que buscar otras alternativas para comer.

Un invierno nuclear

La ciudad de Chernóbyl en Ucrania tras un accidente nuclear
La ciudad de Chernóbyl en Ucrania tras un accidente nuclear GTres

En su investigación 'Resiliencia de los alimentos en una catástrofe nuclear', un grupo de investigadores de la universidad de Penn State, en Estados Unidos, ha dado con la solución para conseguir alimentarse tras una catástrofe nuclear. En su estudio dejan claro que las probabilidades de que esto suceda siguen siendo bajas.

Aún con la amenaza de algunos dirigentes (como los líderes de Corea del Norte o Rusia), usar estas bombas nucleares provocaría una catástrofe que podría acabar con la especie humana y animal. Los autores de la investigación explican que, si Estados Unidos y Rusia liberaran todas sus bombas nucleares, conseguirían que el cielo se cubriera con más de 165 millones de toneladas de polvo. Esto fue denominado por el astrofísico Carl Sagan como un invierno nuclear.

Con una nube de ese tamaño, la incidencia de luz solar sería de menos del 40% cerca del ecuador y a menos del 5% en las zonas próximas a los polos. Las temperaturas y precipitaciones se reducirían drásticamente, el suelo se congelaría en la mayor parte del planeta y apenas quedarían zonas cultivables.

¿Cómo podríamos sobrevivir entonces?

Un operario del centro nuclear de Chernóbyl limpiando restos de radiación
Un operario del centro nuclear de Chernóbyl limpiando restos de radiación Chornobyl NPP

Solo en los trópicos más cercanos al ecuador (con cambios menores de temperatura) se podría llegar a cultivar algo. La carne quedaría totalmente descartada como alimento, ya que tendrían que pasar millones de años hasta que fuera comestible. En su estudio, los investigadores estadounidenses elaboraron una lista de 247 plantas silvestres comestibles en caso de una guerra nuclear.

Verduras de hoja, frutas, semillas y frutos secos, raíces o especias son algunas de las propuestas para lograr sobrevivir en un mundo apocalíptico. Entre los alimentos estrella para los científicos está el gorgojo de las palmeras, una larva rica en grasas y proteínas con la que se pueden hacer panes y sopas. Su cosecha, además, es muy sencilla.

¡A recolectar!

Con este panorama tan primitivo, a los seres humanos no nos quedará otra que volver a nuestros orígenes como recolectores. Pero deberemos tener cuidado. El estudio sugiere que solo consumamoskonjac (una hortaliza de raíz amilácea comestible), raíz de yuca, seta ostra salvaje, safou (fla 'ciruela africana'), espinacas silvestres y amarantos vegetales o bledos (una verdura de Africa).

No obstante, la recolección no lo es todo y lleva a preguntarnos si sería posible cultivar con radiación. Según indica el estudio estadounidense, esto si sería posible aunque la lluvia radioactiva es inicialmente más peligrosa que los desechos radioactivos. En realidad no es un líquido como otros, por lo que, para cultivar, se debería quitar la capa superior del suelo y junto con la precipitación, usar el terreno.

Recolección de verduras
Recolección de verduras Envato Elemens

Una guerra nuclear no tiene ganadores. Todos los seres que habitan en la Tierra sufrirían sus consecuencias durante miles de años y el planeta no se recuperaría hasta 15 años después de los ataques nucleares, indican los investigadores. Esperemos que nunca tengamos que echar mano de los conocimientos de este artículo para poder sobrevivir a una verdadera apocalipsis nuclea.

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