El desfile militar en el centro de Moscú ha conmemorado el Día de la Victoria. Hace 77 años, finalizó la Segunda Guerra Mundial, motivo por el que en la plaza Roja se han vuelto a celebrar actos en homenaje de este aniversario. Este año, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha aprovechado los homenajes, después de más de dos meses de invasión en Ucrania, para pronunciar un discurso especialmente mediático.
El presidente ruso ha calificado el ataque como una medida preventivas ante "la amenaza de la OTAN y de Occidente", además de asegurar que se trataba de una medida "necesaria" y que era la "única posible". El inicio de la invasión, ha asegurado, ha sido una "decisión de un país soberano, fuerte e independiente".
Putin ha lanzado todo tipo de proclamas patrióticas y arengas a los milites que siguen en el campo de batalla en el Donbas, donde parecen centrarse en estos momentos el conflicto después de que haya sido imposible alcanzar al capital, Kiev, como era su objetivo inicial.
El Kremlin ha querido hacer una demostración de fuerza con el desfile de militares y carros de combate, pero también, el presidente ruso ha querido que todo el mundo vea una de sus armas más potentes: la nuclear. Y lo ha hecho de la forma más disimulada, que sin embargo, no ha pasado desapercibida.
Los maletines nucleares de Putin
Después del discurso, cuando Putin se retiraba, se ha podido ver como los asistentes del presidente, miembros de su comitiva de seguridad, llevaban unos maletines de color negro que no se separaban del mandatario. No eran notas de lo que acababa de pronunciar o mapas del conflicto.
Los tres maletines, en realidad, son maletines nucleares. Se trata de un sistema móvil que permitiría al mismo presidente accionar el botón blanco, que movilizaría todo el arsenal nuclear con el cual el Kremlin podría responder a un ataque contra sus intereses o para desencadenar el caos en todo el mundo, el inicio de una Tercera Guerra Mundial. Una medida preventiva con la que Putin intenta evitar cualquier ataque en apariciones públicas.
Putin no se separa de ese maletín, que transporta un oficial de seguridad interior y en este acto tan señalado no se ha escondido de mostrar a todo el mundo. El presidente, como se muestra en las imágenes servidas por los medios oficiales rusos, aparece con más maletines.
En total son tres. No solo Putin posee uno. Según los medios rusos, también su ministro de Defensa, Sergey Shoygu y el jefe del Estado Mayor, el general Valerin Guerásimov. Ambos estaban en el acto, hecho que ha llevado a proliferar los maletines.
La funcionalidad del maletín nuclear
La funcionalidad de los maletines nucleares del Estado Mayor de la defensa rusa son confidenciales, pero sí hay constancia, aunque sea a través de la propaganda rusa, que cada maletín está configurado para el uso personal de cada titular y que dispone de una tarjeta Flash que permite acceder al sistema.
Además de coordinar el ataque, los tres maletines permiten conectar a las tres autoridades y coordinarse entre ellos, mediante un sistema de comunicación cifrado bautizado como Kavkaz, en caso de que sea necesario iniciar un eventual ataque nuclear.
Vladímir Putin fue visto, hace pocos días, en un funeral donde también asistió un miembro del Estado Mayor con el maletín nuclear. La propaganda rusa muestra estas piezas según la necesidad propagandista de Moscú de recordar su potencia nuclear, pero este maletín forma parte de los objetos que siempre viajan con Putin desde 1999.
