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Aprobado el primer paso para acabar con el Toro de la Vega: el animal no podrá morir

La Junta de Castilla y León ha determinado que el Toro de la Vega se podrá seguir celebrando pero el animal no podrá morir durante el espectáculo de Tordesillas (Valladolid).

Actualizado: El decreto-ley ha sido ratificado en las Cortes de Castilla y León el 8 de junio de 2016, con los votos a favor de PP, PSOE, Podemos y el grupo mixto. Ciudadanos se ha abstenido.

Primera estocada a la celebración del Toro de la Vega: Rosa Valdeón, vicepresidenta del PP en Castilla y León, ha anunciado este jueves un decreto ley por el cual el controvertido espectáculo de Tordesillas (Valladolid) no se podrá seguir realizando como hasta ahora. El animal no podrá morir nunca más durante el mismo y delante de los asistentes, de modo que, aunque se seguirá permitiendo hacer de su tortura un espectáculo, no podrá ser alanceado nunca más hasta su fallecimiento.

Literalmente, el decreto ley que entrará en vigor este viernes 20 de mayo, dice que queda "prohibido dar muerte a las reses de lidia en presencia del público de espectáculos taurinos populares y tradicionales", de modo que no solo afecta al Toro de la Vega sino también a otro tipo de festividades típicas en los pueblos de Castilla y León.

Enfrentamiento entre partidarios y detractores del Toro de la Vega
"Enfrentamiento entre partidarios y detractores del Toro de la Vega"

Este dictamen supone un gran paso para la abolición de la costumbre del Toro de la Vega que, en nombre de una tradición del medievo, implica el divertimento a partir del sufrimiento y maltrato ejecutado por parte del ser humano a un animal. No obstante, no hay que olvidar que la tortura del toro no ha sido prohibida tajantemente y que realmente supone un regreso a la normativa de los años 60. Todo bien: hemos conseguido situarnos en el mismo punto que hace 50 años.

Según José Antonio de Santiago-Juárez, consejero la Presidencia de la Junta, la decisión se toma para adaptar la tradición "a la sociedad y sensibilidad del siglo XXI", aunque entre los motivos también se halla el "proteger la tradición". Es decir, pretenden que rebajando el tono del Toro de la Vega se apacigüen las constantes críticas y manifestaciones contrarias que recibe cada año por parte de sectores muy visibles de la sociedad (políticos, medios y artistas, entre otros).

La barbarie medieval del Toro de la Vega que ya fue moderada en los años 60

Se cree que la tradición del Toro de la Vega procede del siglo XVI y se celebra cada año durante las fiestas de la Virgen de la Peña, patrona de Tordesillas, aproximadamente entre la segunda y la tercera semana de septiembre. Durante el espectáculo, decenas de picadores y lanceros a pie o a caballo persiguen a un toro y le van dando estocadas con una lanza. El resultado puede dar como vencedores a humanos o al animal: si el toro sobrevive al lanceo, será el vencedor y recibirá el indulto, como ocurrió en 1993 y 1995; por el contrario, si muere durante la persecución, el hombre será el vencedor.

En los años 50 comenzaron a despertar los sectores más críticos del torneo, que consiguieron que, en 1966, Franco prohibiera el lanceo del toro hasta su muerte, de modo similar al decreto aprobado en la actualidad. No obstante, la reforma duró apenas cuatro años, pues en 1970 se cedió ante las presiones y se reinstauró el Toro de la Vega tal y como lo veníamos conociendo hasta ahora.

Los partidarios de este espectáculo argumentan la tradición como principal motivo para mantenerlo, obviando que existen otras costumbres de la Edad Media, como las condenas de pena de muerte en plazas públicas, que han sido abolidas como consecuencia de la evolución de los tiempos y la sociedad y la toma de derechos. Las críticas hacia el Toro de la Vega se suceden cada año e incluso traspasan nuestras fronteras, siendo públicamente criticadas en medios de países como Alemania, EEUU, Reino Unido y Francia.

En 2010, PACMA comenzó la sonada campaña 'Rompe una lanza', por la cual personalidades de diferentes modalidades artísticas firman un manifiesto en su contra. El hecho de que "en España se entienda como cultura la humillación y tortura de un ser vivo" y que se llame "arte a un derramamiento de sangre" son algunas de las realidades contra las que luchan desde el partido animalista.

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