Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, visitaba una fábrica cuando uno de los trabajadores se acercó para gritarle: "¡No le deis dinero a los españoles y a los italianos!". El políticos, lejos de reprocharle esas palabras, sonrió y lanzó un gesto aprobatorio. "No, no, no. Lo tendre en cuenta", añadió.
Este polémico gesto llega con las negociaciones abiertas en el Consejo Europeo para abordar el acceso a un fondo de reconstrucción tras la crisis del coronavirus. Precisamente el Gobierno neerlandés se ha convertido en el principal opositor de estas ayudas para paliar las consecuencias económicas del COVID-19 especialmente en los países más afectados del sur, como España, Italia o Francia.