Buscar
Usuario

Vida

El emocionante pregón de María Peláe en el Orgullo LGTBI de Torremolinos

La folclórica ha ejercido de pregonera en el Pride de Torremolinos lanzando un recital a través de su propia experiencia que ha conquistado a todes.

El emocionante pregón de María Peláe en el Orgullo LGTBI de Torremolinos

Junio es el mes del Orgullo LGTBI que, después de dos años de pandemia, vuelve a relucir sus colores más que nunca. Uno de los primeros en arrancar ha sido el de Torremolinos, que ha contado con la cantante María Peláe como pregonera. Lesbiana visible, mediática y activista, ha conquistado con un encendido recital que ha conquistado todos los corazones.

Haciendo un repaso de su propia vida, la folclórica ha desgranado, con mucho arte, la experiencia de las personas LGTBI. "Allá por el año 90 mis padres tuvieron a bien bautizarme en Torremolinos, y fíjate que justo dentro de esa iglesia, parece ser que lo que me cayo en la cabeza, más que gotitas de agua santificada, vino a caerme un manantial de libertad, de vino dulce y de cosas claras", comenzaba. "¡Y es que estamos en Torremolinos, qué esperabas!", añadía.

"Yo, como es de imaginar, y de manera inconsciente, me ajusté a la heteronormatividad vigente, exigente y aún presente. Con su 'qué es normal y qué no', destinando a la anormalidad a las ovejas descarriás y que al final, resulta, que somos una hartá. '¡Mariquillaaa! ¿Qué niño te gusta de clase?', '¿qué 'back street boy' es tu favorito?', '¿te has dado ya algún besito?', '¿por qué no te pones esa falda?' ,'con ese pelo corto pareces enteramente un chico', '¡niña! Deja el fútbol que tienes más cardenales que lunaritos'", ha recordado desde el escenario del Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso. "Y es que ahora que lo pienso, me vienen recuerdos que me parecen hasta graciosos, esa amiga que me caía muy muy bien, esa Chenoa cantando 'Last dance', jugar a las casitas y querer ser el papá que llega a la hora de comer... ¡No sabía ná! Angelito...", continuaba.

Peláe también ha denunciado la falta de "empatía y respeto" que han tenido que sufrir las personas del colectivo LGTBI durante su infancia, tanto por la sociedad como por parte de profesores e incluso dentro de las familias. Además, describió la difícil etapa de aceptación por la que pasan muchas personas: "Lo intento, me fuerzo, me engaño, no puedo, silencio, pruebo. ¿Cómo puede ser esto? ¿Qué soy? ¿Dónde encajo? Me miento".

"Y la niña se da cuenta de que le gusta su amiga Rociíto y terminan yendo a bares a los que solo van chicas. Y, escúchame, una aclaración de algo muy común que viene a cuenta: gracias, no necesitamos ningún pichazo que nos convierta, que tienes una picha, no una varita mágica, pedazo de acelga", ha reclamado

"Dentro del colectivo hay mujeres. Y aquí una os saluda. Además de la mochila de homofobia, el machismo nos sopla uno y otro día en la nuca", ha subrayado apostillando que "hay mucho que revisar de nosotros": "No hay cosa que más me duela que un gay y una lesbiana que no se apoyen, se admiren y se quieran". También ha lanzado claro mensaje: "Que si somos feministas, las trans son como las que más, compañeras".

"¿Por qué un Orgullo?"

A lo largo del pregón, María Peláe también ha reivindicado por qué es tan necesario seguir saliendo a las calles por el Orgullo LGTBI: "¿Por qué un orgullo? Porque nos han robado la adolescencia, el codazo, las mariposillas en el estómago. ¿Quién me devuelve a mí esos años? El desarrollo personal sin miedo y prejuicios, por mis hijas, tus hijes y nuestros hijos por mucho que pique seguiremos haciendo este bendito ruido"

"Por las mujeres que terminaron siendo monjas y no por vocación, por los hombres que cumpliendo su tarea de ser hombres, se les han quitado las ganas de seguir y de escribir otro renglón. Por el que mataron, por las que se dieron besos debajo de las sábanas, por las que han vivido amargaítas y hoy, de su pareja de siempre, por no haber una ley igualitaria de matrimonio vigente, no les queda nada. Por los suburbios, locales y escondrijos, donde se era más libre que en una conversación cara a cara de padre a hijo. Por los años y años de mentira, por una iglesia cuyas vírgenes están mimadas por muchos de los que están hoy aquí en esta plaza", ha entonado.

"Entre todo esto que te cuento, encima, sé que he tenido suerte, más que en otras épocas, que en otra patria, porque en este país no me persiguen ni me matan", ha expuesto, aunque con un claro matiz: "Pero cuidado con esto, cualquier día a las tres de la tarde o a las tres de la mañana vienen los fantasmas cargados de odio, a lo mejor tan gay como tú y como yo, pero con un discurso de carajote que los abala, que les da la legitimidad para, sin cultura, sin lectura ni neurona nos quieran partir por gusto y consumo nuestras caras".

Visiblemente emocionada y ante las ovaciones del público congregado, Peláe concluía: "Tras este lavado de conciencia, ahora pregúntame por qué celebramos los pasos dados y dime tú de qué tengo que tener vergüenza". "¡Familia! Cabeza alta, amor a raudales, respeto ¡y que empiece la fiesta!", finalizaba entre aplausos. Bravo.

Artículos recomendados

Contenidos que te pueden interesar