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Estaciones embrujadas, prehistoria... los secretos del Metro de Madrid en sus 100 años de historia

El Metro de Madrid oculta una larga cantidad de secretos e historias completamente sorprendentes que quizás no conoces.

Un 17 de octubre de 1919, el entonces rey Alfonso XIII se subía a la primera línea que conectaba la Puerta del Sol con Cuatro Caminos. Se trataba de un trayecto que se realizaba en 10 minutos, con la friolera de 25 kilómetros por hora y con un presupuesto millonario.

Tras 56 años de la apertura del metro de Londres y 19 del suburbano de París; la capital de España se engalaba y anunciaba con pompa y bombo y platillo la llegada definitiva de la modernidad. Era, por fin, la piedra que simbolizaba el ansia de nuestro país por regresar a la primera línea, tras la pérdida de Cuba y Filipinas.

Una historia que ahora dura un siglo y que esconde muchos secretos que os relataremos en el siguiente artículo:

1 La aterradora estación que 'conecta con el más allá'

Estas palabras pueden sonar demasiado espectaculares, pero representan la realidad. Para comprobarlo, deberemos viajar a la estación de Tirso de Molina, en la línea 1 del suburbano y que oculta una aterradora historia entre sus paredes.

Para ello, debemos echar la vista atrás más de 150 años. Por aquel entonces, se derribó el convento de la Merced, que ocupaba la mayor parte de la plaza. Todo permaneció sin mayor novedad hasta la década de 1920.

La estación de Tirso de Molina esconde algo detrás de sus azulejos
"La estación de Tirso de Molina esconde algo detrás de sus azulejos"

¿Qué sucedió? Pues, al construir la estación de Tirso de Molina, los obreros hallaron todo tipo de restos humanos de algunos monjes que habían regentado el templo. Como nadie sabía qué hacer ni quería separarlos de aquel lugar, tomaron una decisión muy polémica: desperdigar los huesos bajo los andenes y detrás de los azulejos de la estación. Sí, en más de una ocasión te has sentado a esperar el metro apoyado sobre restos humanos.

Desde entonces, muchas personas y personal de seguridad asegura que han podido oír los gritos y lamentos de aquellos monjes, que hacen 'su agosto' por la noche, cuando el público se va y el servicio de mantenimiento se queda solo...

2 Los secretos de su foto de inauguración y el Photoshop del Rey

Cuando los ingenieros Carlos Mendoza, Antonio González Echarte y Miguel Otamendi quisieron traer el metro a Madrid, descubrieron un serio problema: hacía falta pagar 8 millones. 

La ciudad comenzaba a tener asfixiantes atascos, pero la iniciativa privada se antojaba posible. ¿Qué sucedió? Que el Rey Alfonso XIII decidió colaborar y permitió que la obra se pudiera llevar hacia adelante.

Tras la inauguración, el Rey descubrió la placa y se hizo una fotografía en el vagón. Era 1919, pero una especie 'primigenio Photoshop' tuvo que hacer presencia: el monarca habia salido con los ojos cerrados, fruto de un parpadeo característico de los nervios del momento.

La foto de inauguración tuvo que ser retocada porque el Rey Alfonso XIII salía con los ojos cerrados
"La foto de inauguración tuvo que ser retocada porque el Rey Alfonso XIII salía con los ojos cerrados"

Allí viajaron por las ocho estaciones de la línea, de tres kilómetros y medio de recorrido. El primer viaje, con el Rey en el vagón, tuvo varias paradas en las que recibió todo tipo de gestos de aprobación. Destacaba un escrito de ABC de la época, en el que se habla de su estancia en Ríos Rosas: "Tuvo que hacer un alto para que un núcleo de señoritas bellísimas, tocadas con mantilla blanca, agajasaran al monarca con un ramo".

La vuelta se produjo sin el Rey, con varios invitados de excepción y sin ninguna parada: tardaron ocho minutos. Al salir, todos destacaron la "solidez" de las instalaciones. Un año después ya registraban un total de 14 millones de viajeros, tanto de primera como de segunda clase.

3 El museo arquelógico más escondido

La estación de Carpetana alberga un pequeño museo con vestigios prehistóricos y un centro de interpretación
"La estación de Carpetana alberga un pequeño museo con vestigios prehistóricos y un centro de interpretación"

Entrar en la estación de Carpetana, en el distrito de Latina, puede suponer una sorpresa muy grata. Este barrio residencial de Madrid, con viviendas construidas en la década de 1950 y 1960, oculta en su subsuelo una gran cantidad de restos arquelógicos que han sido descubiertos por casualidad.

Durante la construcción de la estación que corresponde a la línea 6, se encontraron todo tipo de restos de mastodontes, animales prehistóricos y vegetación propia del mundo hace más de 15.000 años.

Todos estos vestigios, junto a la reconstrucción de los animales de aquellas épocas, se pueden disfrutar junto al sonido de los trenes, las imponentes luces artificiales del techo y las modernas máquinas de autopago.

4 La estación fantasma

La estación de Chamberí guarda la disposición original
"La estación de Chamberí guarda la disposición original"

Quedó tapiada en la década de 1960 y desde entonces ha permanecido congelada en el tiempo. Hablamos de la estación de Chamberí, en la Línea 1, que formó parte del tramo original pero que, fue clausurada por su cercanía a las paradas de Bilbao e Iglesia. Gracias a todo ello, se mantiene el mobiliario, decoración y publicidad original, algo que destaca en toda una red cubierta de paneles de PVC. 

Sin embargo, la conservación del conjunto ha sido complicada. Primero, porque se mantuvo sin ninguna protección, lo que la convirtió en víctima de vándalos y destrozos en varias ocasiones. También fue el refugio de las personas más desfavorecidas de la capital, que únicamente buscaban un techo con el que resguardarse del frío.

La película 'Barrio' de Fernando León de Aranoa, muestra esta realidad en una escena que, vista desde la distancia, parece irreal (muchas de las personas que aquí aparecen realmente dormían en el anden):

Todo ha cambiado completamente, desde su reapertura en el año 2008 como museo y como una de las sedes de Ánden 0, el programa de la Comunidad de Madrid que actúa como centro de interpretación de la red de Metro.

5 Acueductos, galerías subterráneas y fuentes

El Museo de los Caños del Peral es un lugar digno de cualquier ruta turística en la capital. Pero cuenta con una interesante curiosidad: nadie lo encontrará a pie de calle. Para visitarlo, deberemos bajar a la estación de Ópera (bajo la plaza de Isabel II) en dirección a la línea 5. Allí, tras una vitrina, tendremos la oportunidad de acceder al conjunto en función del horario (si no, podremos hacernos una idea desde el cristal). 

Un hueco para la historia en mitad de la modernidad
"Un hueco para la historia en mitad de la modernidad"

El museo contiene vestigios y restos arquelógicos de los siglos XVI y XVII relacionados con el suministro y canalización del agua en la ciudad de Madrid. Un conjunto importante, ya que se corresponde con la época en la que Felipe II tuvo el capricho de convertir a una minúscula aldea castellana en la capital de todo un imperio.

Dentro del museo podemos visitar la Alcantarilla del Arenal, una galería subterránea que se fue construyendo a lo largo del siglo XVI para canalizar las aguas del arroyo del Arenal; así como las residuales de los vecinos.

La Alcantarilla del Arenal canalizaba el agua residual y del arroyo que le da nombre
"La Alcantarilla del Arenal canalizaba el agua residual y del arroyo que le da nombre"

Por otro lado, la Fuente de los Caños del Peral se construyó a finalews del siglo XVI, con Madrid como capital de España. Recogía las aguas del manantial existente junto a la Puerta de Balnadú y su sobrante servía para regar los lavaderos y los jardines reales.

La Fuente de los Caños del Peral cuenta con una réplica completa en superficie
"La Fuente de los Caños del Peral cuenta con una réplica completa en superficie"

Finalmente, el Acueducto de Amaniel, del siglo XVII, servía para evitar los desniveles y surtir de agua al Alcázar de Madrid, que posteriormente se convertiría en el Palacio Real tras su quema.

El Metro alberga restos del Acueducto de Amaniel, del siglo XVII
"El Metro alberga restos del Acueducto de Amaniel, del siglo XVII"

6 Los convóyes más emblemáticos

Los vagones de Metro han cambiado enormemente durante los últimos años. Desde los primeros que contenían el símbolo de la realeza en sus puertas, hasta los más nuevos, con el emblema de la Comunidad de Madrid (y, quizás, como ejemplo de los cambios que ha vivido el país).

Por el momento, los trenes más antiguos se encuentran en la Línea 6, forman parte de la serie 5000 1ª y fueron fabricados en 1974. Aunque la primera tanda de convoyes, los empleados en la inauguración de 1919, continuaron circulando hasta el inicio de la década de 1990.

Los trenes originales del Metro de Madrid circularon hasta la década de 1990
"Los trenes originales del Metro de Madrid circularon hasta la década de 1990"

Para ver uno de estos trenes originales, deberemos viajar hasta la estación de Alto del Arenal, en Vallecas. Sin embargo, si queremos comprobar cómo funcionaba la red de tranvía (ya desmantelada) y cómo eran sus coches, deberemos visitar la parada de Pinar de Chamartín.

La estación de Pinar de Chamartín esconde uno ejemplar de los tranvías que circulaban por la capital
"La estación de Pinar de Chamartín esconde uno ejemplar de los tranvías que circulaban por la capital"

7 Una ampliación meteórica

La red de Metro comenzó con tres kilómetros y medio de distancia y ocho estaciones. Ahora, 100 años después, podemos confirmar que su potencial se ha ampliado enormemente: nada menos que 301 estaciones y 294 kilómetros de longitud.

Con ello, ha conseguido alcanzar la novena posición a nivel mundial y primera nacional, con una extensa red que alcanza otros municipios ajenos a Madrid como Alcobendas, Coslada o Pozuelo de Alarcón. Y sin olvidar la línea 12, conocida como Metrosur, que se ha convertido en la primera cuyo recorrido no alcanza, en ningún punto, el terreno que corresponde a la capital.

8 La estación completada y sellada antes de su inauguración, hace 20 años

La estación de Arroyo del Fresno, en completo estado de abandono
"La estación de Arroyo del Fresno, en completo estado de abandono"

Por último, queda viajar hasta la estación de Arroyo del Fresno, en la Línea 7. Se encuentra entre Pitis y Lacoma, pero ningun mapa la reconoce. ¿El motivo? Está completamente acabada pero nadie la ha usado. Y lleva así desde 1999.

El motivo, según Metro, es que el área urbana no se ha desarrollado lo suficiente. Es algo que sucede en otras ocasiones, como las futuras estaciones de El Vivero y La Pollina del Metrosur. Sin embargo, en estos casos únicamente se deja el hueco para construir el anden, sin mayor movimiento.

El caso de Arroyo del Fresno, por tanto, es único. Se completó una estación, con todo el mobiliario necesario, para no abrirse jamás. De hecho, la acción de los vándalos y los robos han deteriorado las instalaciones durante los últimos años, hasta el punto de que la dirección del suburbano se ha visto obligada a retirar algunos elementos.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid tiene la intención de abrir esta para en el primer trimestre de 2019, una solución que cumple las reivindicaciones vecinales y que terminará con la historia de otra de esas 'estaciones fantasma' del Metro de Madrid.

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