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Política

¿Pueden provocar los Jordis, Junqueras y Forn una "explosión violenta" en Cataluña?

Las vías para continuar con el procés parecen agotarse por el transcurso de los acontecimientos durante las últimas semanas.

El juez Llarena ha decidido finalmente mantener en prisión al exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, al extitular de Interior, Joaquim Forn y a los líderes de ANC y Ómnium, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez.

El magistrado considera que todos ellos han sido protagonistas y corren el peligro de continuar con una "explosión violenta" en Cataluña, tal y como reza el auto judicial. El resto de los exconsellers encarcelados han salido de prisión después de que las entidades separatistas pagasen sus fianzas de 100.000 euros.

Junqueras continúa en prisión por peligro de una
"Junqueras continúa en prisión por peligro de una "explosión violenta" en Cataluña"

La intención del juez pasa por mantener en prisión a los detenidos, como mínimo, hasta el 18 de enero. Todo ello supondría que deberían de realizar la campaña en la cárcel y asistirían a las votaciones desde prisión. Aún queda por comprobar si contarán con permisos puntuales para acudir a actos electorales.

En concreto, Llarena considera que los encarcelados "están directamente vinculados a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de correción o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella".

Se trata de la petición que habían realizado tanto Fiscalía como VOX, al contrario que los partidos constitucionalistas (PP, PSOE, Podemos o Ciudadanos), que han pedido de manera más o menos explícita, la salida de prisión.

A pesar de que Ciudadanos gana las encuestas, el separatismo cuenta con el argumento de la prisión de los políticos para hacer campaña y vender que el Gobierno central ejerce un papel represor en Cataluña.

Prisión y 'la matraca independentista'

La pérdida de apoyos del independentismo y la situación judicial en la que se encuentran sus miembros, ha llevado a que la vía de la DUI quede en un segundo plano.

En esta situación, también influye la mala relación entre el PDeCAT y ERC, después de que Junqueras presionase a Puigdemont para realizar la vía unilateral. Aún permanece el recuerdo del "155 monedas de plata" que publicó Rufián en Twitter cuando el president se disponía a convocar elecciones autonómicas anticipadas.

Los únicos que mantienen la vía de la DUI de manera explícita son la CUP (que no pactará con los partidos que no sigan ese camino) y Puigdemont. Sin embargo, el expresident cuenta con un gran escollo: gran parte de su partido no le apoya.

La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, se ha distancia de Puigdemont durante las últimas semanas
"La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, se ha distancia de Puigdemont durante las últimas semanas"

Las fisuras en el antiguo PDeCat, ahora Junts per Catalunya (una suerte de recuerdo de JxSí), están minando la vía de Puigdemont. La coordinadora general del partido, Marta Pascal, ha sido apartada de las listas electorales por apostar por la vía de Santi Vila.

Estas diferencias entre el independentismo enmarcadas en la hoja de ruta a seguir durante los próximos meses puede suponer una grieta insalvable para el procés. Gran parte de los grupos independentistas ya han afirmado que necesitan un apoyo más sólido para continuar con sus planes.

Además, la sociedad catalana se encuentra, directamente, agotada por la constante presencia del independentismo en los medios de comunicación. La vuelta a la normalidad puede ser un argumento de fuerza que decante finalmente el voto hacia Ciudadanos o el PSC, que crecen con fuerza.

PDeCAT pierde fuerza

El PDeCAT se hunde en las encuestas al Parlament
"El PDeCAT se hunde en las encuestas al Parlament"

Por otro lado, el antiguo PDeCAT está perdiendo apoyos y queda relegado a tercera fuerza y, ERC, no tiene ninguna intención de investir a Puigdemont como presidente de la Generalitat.

Junqueras y Marta Rovira son proclives a seguir con el procés, pero solo se encontrarían a la CUP como apoyo. El PdeCAT se está distanciando poco a poco de Puigdemont y apunta, quizás, a una vuelta al autonomismo que siempre ha caracterizado a la antigua Convergencia.

En ese caso, el procés se daría por muerto, de la misma forma que el Plan Ibarretxe, que quedó suspendido cuando el Constitucional se pronunció en contra. El exlehendakari, por aquel entonces, sí que acató las decisiones judiciales.

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