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Japón contempla hasta tres años de prisión por introducir jamón serrano en el equipaje

El Gobierno nipón prohíbe la entrada de productos cárnicos sin declarar debido a las enfermedades infecciosas que han tenido lugar en otros países.

Japón contempla hasta tres años de prisión por introducir jamón serrano en el equipaje

Los brotes que han sacudido la salud de la población de ciertos países del mundo son una razón de peso para que Japón haya decidido luchar en contra de la importación ilegal de carne. Y, por ello, el gobierno nipón contempla penas de cárcel para aquellos que intenten acceder en el país con productos como jamón serrano en el interior de su equipaje.

Desde el 22 de abril de 2019, el Gobierno de Japón no permite traficar con productos cárnicos libremente y nadie puede atravesar sus fronteras con carne en su equipaje. Así lo advierte la ley que regula el Control de Enfermedades Infecciosas de Animales Domésticos. Ni siquiera se puede abandonar de forma voluntaria en el momento de entrar al país, pues consideran que esto ya significa desatender su ley. Todo aquel que lo intente tendrá que hacer frente a una multa de hasta un millón de yenes (8.500 euros aproximadamente) o tres años de prisión, según el caso en cuestión y lo dictaminado por el juez. Japón advierte que la importación ilegal de productos animales ya ha sido penada en el pasado y cualquiera que intente violar los controles sufrirá las consecuencias, ni siquiera en pequeñas porciones para consumo personal.

Sin embargo, la medida no se aplica estrictamente a todo el mundo. El que   pretenda penetrar los bordes nipones con algún producto de este tipo, sin consecuencia alguna, tendrá que declararlo en su equipaje. De esta manera, si lse superan los controles de calidad, recibirás un certificado antes de iniciar el viaje. Cualquier producto animal deberá ser revisado, ya se trate de carne, órganos, huevos, huesos, grasa, sangre, piel, pelo, plumas, cuernos, pezuñas, tendones, semen, heces, orina o cualquier lácteo.

Así son los certificados de inspección que todo producto cárnico debe mostrar a su entrada a Japón
"Así son los certificados de inspección que todo producto cárnico debe mostrar a su entrada a Japón"

El tráfico animal, también bajo el punto de mira

La costosa y exquisita carne de Kobe y Wagyu seguirá siendo algo exclusivo en Japón, ningún producto le podrá hacer competencia. Ni nuestro jamón, ni mucho menos cualquier tipo de salchichas, bacon o embutido. El Gobierno advierte que toda persona que, dentro de las fronteras del país, encuentre carne extranjera sin ningún tipo de inspección aparente, deberá informar al Servicio de Cuarentena Animal. El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, junto al de Exteriores y Saludinforman de esta medida en su página web y es que burlar los controles impuestos puede causarnos un disgusto.

Por otro lado, todo contacto humano con un animal está más que vigilado. De esta manera, la misma regulación se aplica para el tráfico de animales, como perros y gatos. Ni siquiera te podrás acercar a un animal doméstico ni antes ni durante la visita de cualquiera de sus rincones. Los pasajeros que hayan visitado una granja o cualquier tipo de instalación que habite cualquier tipo de animal de ganado debe visitar las dependencias del Servicio de Cuarentena Animal. 

La noticia no pilla por sorpresa a aquellos que admiren la cultura japonesa, pues sabrán que pese a que la exclusiva y rica carne de Kobe provenga de allí, el consumo de carne de origen vacuno estuvo prohibido durante algo más de 12 siglos. Solo los aristócratas podrían disfrutar de este manjar, ni siquiera el emperador. Daba clase y estatus. Debido a su geografía montañosa, Japón no estaba preparado para que su sociedad aceptara deleitarse en sus almuerzos con este tipo de carne, ni mucho menos producirla, pues las condiciones naturales no lo permitían. Desde el siglo VI, su dieta se basó en todo producto procedente del mar, como pescados y mariscos. Romper la ley se castigaba con hasta 100 días sin comer hasta que en 1872 el emperador Mutshuito quebrantó esta tradición en el día de año nuevo y quiso que el país se modernizara. 

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