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Encierran a sus 6 hijos y una cabra en el sótano durante 9 años esperando el fin del mundo

Los hijos más pequeños de la familia creían que eran los últimos seres humanos vivos en el planeta: han quedado bajo custodia de las autoridades.

Encierran a sus 6 hijos y una cabra en el sótano durante 9 años esperando el fin del mundo

Nueve años. Ese es el tiempo que ha permanecido una familia holandesa en la región de Drenthe escondida en el sótano de su vivienda esperando "la llegada del fin del mundo". Junto a los padres, se encontraban seis hijos y una cabra. La noticia, como no podía ser de otra manera, se ha hecho viral en cuestión de minutos.

El caso estalló cuando un joven de 25 años acudió a un bar cercano a la casa y se pidió cinco cervezas, tras lo que llamó a la Policía. Según su relato, su padre les había aislado completamente del mundo durante una década esperando "el final de los tiempos". Todos subsistían gracias a una pequeña huerta y la leche de una cabra que se encontraba en el patio de la granja en la que residían. A pesar de las reticencias iniciales (y las cinco cervezas), los agentes finalmente pudieron comprobar que todo el relato era completamente cierto.

"Me dijo que se había escapado y que necesitaba ayuda. Dijo que quería acabar con la forma en la que vivía su familia. Tenía el pelo muy largo, la barba sucia, llevaba ropa desgastada y tenía una mirada confundida", ha explicado ante los periodistas Chris Westerbeek, el dueño del bar donde acudió el joven antes de denunciar los hechos.

La granja en la que la familia había permanecido escondida se encuentra en un área aislada, cerca de la aldea de Berghuizen, con 200 habitantes. Esa situación de aislamiento y la falta de reclamo había sido fundamental para que nadie denunciara los hechos y los padres mantuviesen secuestrados a sus seis hijos con total impunidad.

No obstante, el dueño del bar asegura que había visto al joven que denunció en un par de ocasiones, aunque no creyó su relato: "La primera vez lo eché, pero volvió días después. Dice que no había estado en una peluquería en nueve años. Su forma de hablar era muy infantil". Tanto el joven como el dueño del bar no sabían cómo reaccionar hasta que finalmente el primero optó por comunicarse con las autoridades.

Los más pequeños creían que eran los únicos seres humanos en el planeta

El nivel de aislamiento era especialmente considerable. Los hermanos más pequeños llegaron a pensar que su familia era el único rastro del ser humano en la Tierra, que estaban completamente solos en el mundo. Los mayores no habían acudido nunca a la escuela y llevaban años sin pisar la calle, de ahí la desorientación que presentaba el joven de 25 años cuando acudió al bar.

Los vecinos no conocían a nadie de la familia y pensaban que vivía un hombre "solo" que había vallado toda la granja y tapado las ventanas para impedir la visión desde el exterior. Algo que no llamó especialmente la atención: "Es normal. Esto es el campo y si alguien no quiere tener contacto con los demás, se acepta". Algunos usuarios han publicado fotografías que certifican ese aislamiento.

Ni siquiera las circunstancias llevaron a adoptar medidas. El padre sufrió un infarto cerebral hace unos años y había permanecido en cama desde entonces. Nadie contempló la posibilidad de visitar un hospital en ningún momento.

La policía pudo certificar el grado de clandestinidad en el que habitaba la familia, cuya vivienda se encontraba en una zona despoblada: está escondida detrás de unos árboles y hay que cruzar un puente sobre un canal y un camino de tierra que apenas es visible desde la carretera principal.

Los agentes, siguiendo las indicaciones del joven, llegaron a la zona donde la familia hacía su vida cotidiana a través de una escalera escondida detrás de un armario del salón, que conectaba directamente con el sótano.

Sospechan que la madre está enterrada alrededor de la casa

Por el momento no se ha localizado a la madre de la familia, lo que ha llevado a los agentes a sospechar que ha fallecido y que, probablemente, se encuentra enterrada en el espacio situado alrededor de la vivienda.

Los vecinos conocen a la pareja desde que llegaron a la zona, hace una década. Sin embargo, nunca ha habido contacto. Cuando se mudaron, fueron a recibirles con una flor y una botella de vino: les echaron y se quedaron con los regalos. No volvieron a ver a la mujer. Aseguran, además, que el hombre siempre impedía el paso a quien se acercaba a la vivienda y que observaba frecuentemente el exterior con unos binoculares.

Las investigaciones continúan hacia adelante, mientras que los seis hijos van a quedar bajo el cuidado de las autoridades municipales a pesar de su mayoría de edad: su desconocimiento del mundo es tal, que resultaría imposible que pudieran cuidar de sí mismos por el momento.

Mientras tanto, el hombre se encuentra detenido y la policía investiga qué ha sucedido exactamente con la madre de la familia. El caso ha despertado multitud de cuestiones que los agentes quieren aclarar cuanto antes.

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