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Una empresa china ha obligado a sus empleadas a abofetearse durante una fiesta

Las redes sociales critican estas medidas, que, según la empresa, sirven para "fomentar el espíritu de equipo".

Imagínate que tu cena de empresa navideña comienza como siempre, con los entrantes y las risas habituales, y termina con todas tus compañeras abofeteándose entre sí. Obligadas, claro, y no porque ellas realmente deseen hacerlo. ¿Cómo te sentirías? ¿Con qué sensación te irías a casa? Seguramente, al año siguiente buscarás cualquier tipo de excusa para no tener que ir, y así evitar esa sensación tan incómoda. Nadie te lo reprocharía, desde luego.

Pues una empresa chica de cosméticos, llamada Nanchang, durante su fiesta de aniversario, ha hecho exactamente eso. Ha obligado a sus empleadas a abofetearse entre ellas, sin un motivo aparente, y con toda la crudeza de la que eran capaces. El portavoz de la empresa, tras la filtración del vídeo y las críticas pertinentes, ha explicado que esto era para "desarrollar el espíritu de equipo", señalando que hay muchas otras empresas que emplean estos "métodos de motivación". No sé hasta qué punto el uso de la violencia física puede considerarse motivador...

Resulta llamativo, en cualquier caso, que las únicas obligadas a abofetarse hayan sido las empleadas femeninas. El machismo en la empresa queda patente en este caso al utilizar a la mujer como mero divertimento mediante una práctica violenta. 

Obigadas a besar al jefe

No es la primera vez que una empresa china se hace famosa por una política de empresa bastante controvertida. Hace un año, más o menos, una compañía puso una nueva norma según la cual todas las empleadas debían dar un beso en la boca a su jefe todos los días. El jefe en cuestión explicó que esta medida hacía que hubiera más personal femenino y, además, que los lazos entre este y la directiva de la empresa fueran más fuertes.

Lo que todo el mundo se preguntó en su momento es de qué forma iba a estrechar lazos con todos los hombres a los que tuviera contratados. Era una medida machista, en la que el jefe aprovechaba su posición de superioridad para obligar a sus empleadas a tener contacto físico con él.

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