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Desigualdad en la Guardia Civil: solo dos de cada diez altos mandos son mujeres

La desigualdad de géneros en la Guardia Civil española es, a día de hoy, un hecho factible.

Han pasado treinta años de la entrada de la primera promoción de mujeres en la Policía Nacional y la Guardia Civil. Desde ese momento, se presuponía que las ellas conformaban parte de la plantilla deberían ir subiendo cada vez más y más. Pero no, por desgracia parece que el porcentaje de mujeres continúa siendo mínimo. Y es que del total de la plantilla de la Guardia Civil, solo un 7'5% son mujeres. La Guardia Civil continúa siendo, por desgracia, "cosa de hombres".

La Guardia Civil ha cambiado mucho desde que nació, y su institución ha comenzado a ser cada vez más y más valorada. Durante la dura dictadura que asoló a España, la Benemérita vio cómo su imagen era perjudicada. Se asoció a esta organización con el gobierno de Francisco Franco y su represión, lo que terminó pasando factura. Cuando la dictadura pasó y comenzó la democracia, tuvieron que trabajar duramente para conseguir que dejara de vérseles como un reducto del franquismo. 

Poca representación femenina en la Guardia Civil
"Poca representación femenina en la Guardia Civil"

No obstante, lejos han quedado esos momentos en los que la Guardia Civil era tan duramente criticada. Si bien es verdad que lo sucedido en Cataluña les ha costado bastante caro a nivel de imagen (tan solo por una parte de la población; la otra los ha admirado aún más por su trabajo), casos como el de Diana Quer consiguen hacerse ver como lo que realmente han sido concebidos: fuerzas de la ley puestas al servicio de la sociedad. 

Pese a todo lo que han avanzado, pese a lo mucho que han conseguido en estas décadas, hay una verdad innegable: el feminismo todavía no ha llegado a la Guardia Civil. El cuerpo no está preparado aún para ser considerado igualitario, puesto que el número de mujeres que hay es nimio. Teniendo en cuenta el porcentaje de mujeres que hay en la Policía Nacional, o incluso el que hay en el ejército, la diferencia es abismal.

Este año se cumplen treinta años desde que se permitió a las mujeres entrar en la Guardia Civil

En el año 1988, un decreto-ley señaló que la mujer tendría las mismas oportunidades que los hombres a la hora de entrar a la Guardia Civil. 

Una agente que ha hablado con el diario El Mundo sin dar su nombre, para que no haya represalias por sus declaraciones, ha señalado que "en los puertos se tiene que pedir ayuda a otras policías porque se necesita personal femenino, sobre todo cuando hay que efectuar registros corporales a musulmanas".

Esta es una prueba más de que hacen falta más mujeres en la Guardia Civil, puesto que hay labores para las que son imprescindibles; y, según esta agente, también es necesario que se valore más a las mujeres que ya hay presentes. "Imagina a una chica encerrada en un calabozo que tiene un problema con la regla, un seguimiento a una sospechosa o una charla con una víctima de malos tratos. ¿No crees que una agente puede ser incluso más útil? Pues faltan muchas".

Especialmente en el caso de los malos tratos, es mucho más fácil que una mujer logre empatizar con otra, sobre todo por sororidad; aunque hay mil y una labores más que las mujeres podrían realizar. Básicamente, las mismas que los hombres. "De lo que se quejan las guardias civiles es que, en muchas ocasiones, quedan relegadas a actividades administrativas", ha comentado un representante de la Asociación Unificada de la Guardia Civil.

La primera promoción de mujeres de la Guardia Civil implicó un fuerte adelanto a nivel social
"La primera promoción de mujeres de la Guardia Civil implicó un fuerte adelanto a nivel social"

La falta de presencia femenina no solo afecta a las posibles delincuentes, sino que también hace que el cuerpo en general no esté adaptado para ellas. Por ejemplo, no disponen de vestuarios donde poder cambiarse sin que haya hombres de por medio por regla general, puesto que solo suele haber un vestuario; además, no disponen de chalecos antibalas que se adapten a la forma de su pecho. Esto es, incluso, peligroso. Lo único que están pidiendo es tener lo mismo que tienen los hombres que ejercen su mismo trabajo.

Pero si hablamos de los oficiales, la parte que rige el orden en la Guardia Civil, el porcentaje de presencia femenina es aún más bajo. Y es que solo un 2'7% de los oficiales son mujeres. La mujer que ahora mismo tiene mayor graduación se llama Cristina Moreno, tiene cuarenta y tres años y es la única teniente femenina de la Guardia Civil. Basándonos en la jerarquía del cuerpo, podemos ver que tiene por encima una gran cantidad de coroneles, generales de brigada, generales de división y tenientes generales. Y ni una mujer.

Hay teorías que señalan que es la severidad de la Guardia Civil lo que hace que las mujeres opten por intentar no entrar al cuerpo; mas las estadísticas de las Fuerzas de Seguridad europeas dicen otra cosa. En Francia, un 7'1% de los oficiales de la Gendarmería son mujeres. Es una cifra mucho más alta que el 2'7% de España, aunque siga dejando mucho que desear en materia de igualdad.

Un absentismo laboral demasiado elevado

No solo hay poca representación femenina en la Guardia Civil tras estos treinta años, sino que además el absentismo laboral es incluso preocupante. Mientras que el absentismo por parte de los hombres es de un 6'5%, en el caso de las mujeres es de un 11'6%. El motivo no es otro que el de la conciliación laboral. Según un portavoz, no disponen de turnos estableciddos. "Cuando se pide una reducción de jornada no se facilita el horario solicitado, por lo que muchas compañeras tienen que ir hasta el Contencioso y embarcarse en un proceso que puede durar varios años". Esto implica que el conciliar trabajo con cuidado de los hijos (algo que debería ser responsabilidad de ambos progenitores, y que es también prueba de un machismo atroz) es prácticamente imposible.

Hacen falta más mujeres en la Guardia Civil
"Hacen falta más mujeres en la Guardia Civil"

Aunque aquí no queda la cosa, por desgracia. Hay una falta de protocolos increíble por parte del cuerpo hacia la mujer, sobre todo en el caso de acoso laboral; se ha llegado a señalar que las guardias civiles que sufren acoso laboral no denuncian porque no saben a lo que se enfrentarán tras eso. Los avances, en general, son demasiado lentos; hasta hace veintisiete años no consiguieron que se hicieran uniformes específicos para mujeres embarazadas, por ejemplo.

El cuerpo se encuentra trabajando ya en una investigación que les pueda dar un posterior diagnóstico sobre toda esta problemática. Algunos pasos sí que se han dado; a finales del año pasado, por ejemplo, se presentó una 'Guía de lenguaje no sexista', para así promover la igualdad. La comandante Silvia Gil ha explicado que han querido unificar la denominación de ciertos rasgos. "Cambiamos el determinante, decimos, por ejemplo,la coronel. No como en Sudamérica, que emplean sustantivos femeninos".

Pero queda mucho, muchísimo trabajo por hacer. ¿Será en su treinta aniversario desde la apertura de la Guardia Civil a la mujer cuando lograrán que la igualdad esté aún más presente?

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