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Una chica se queda ciega por beber vodka de garrafón que había sido adulterado con metanol

Hannah Powell pasó 18 meses en diálisis y se sometió a un transplante de riñón donado por su madre.

Hannah Powell, una joven de 23 años originaria de Inglaterra, salió de fiesta una noche con sus amigas en Zante, Grecia, durante sus vacaciones. Cuando al día siguiente no paraba de vomitar y se sentía exhausta, pensó que se trataba de una resaca normal; sin embargo, se dio cuenta de algo no iba bien cuando se levantó en la habitación de su hotel pensando que las luces estaban aún apagadas.

La joven había bebido vodka mezclado con metanol de manera ilegal, lo que provocó que sus riñones dejaran de funcionar y Hannah quedara ciega de por vida. "Sugerí abrir las cortinas y mis amigas me dijeron que ya estaban abiertas, pero no me di cuenta de lo que estaba pasando. Pensé que estaban bromeando, así que me levanté y encendí la luz. Ahí fue cuando entré en pánico, cuando me di cuenta de que no podía ver nada", contó Hannah para la BBC

Hannah fue trasladada de urgencia a un hospital de la isla antes de que fuera enviada a uno más grande en la Grecia continental, donde pasó tres semanas hasta que la confirmaron que sufría envenenamiento por metanol. Esta práctica es común en la isla, donde los bares sirven vodka no regulado mezclado con esta sustancia tóxica.

Hannahse sometió a un transplante de riñón donado por su madre
"Hannahse sometió a un transplante de riñón donado por su madre"

Una práctica común en los bares que le costó muy cara

"Aparentemente, las mafias lo preparan en los bosques y lo venden barato a los bares, que rellenan sus botellas con eso", explica Powell."Entonces, si tu eres un cliente piensas que estás comprando un vodka Smirnoff legítimo pero no es así. Lo ponen en las botellas de Smirnoff, botellas reales, por eso no tienes motivos para pensar que no es auténtico", añade. 

Las amigas de la joven, que ingirieron la misma sustancia, sufrieron calambres estomacales y vómitos pero Hannah fue la única a la que le provocó efectos a largo plazo. Ahora, tras pasar 18 meses en diálisis y someterse a un trasplante de riñón con su madre como donante, Hannah trata de acostumbrarse a su nueva vida.

Con el paso del tiempo, ha dejado de ver todo completamente negro y ha empezado a distinguir imágenes borrosas. Mientras trata de recuperar la vista, la joven está pensando en hacerse con la compañía de un perro guía para conseguir ser más independiente.

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