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Bernardo Montoya declara que su exnovia mató a Laura Luelmo con un martillo

El acusado asegura que su expareja le propinó "tres golpes en la cabeza" a Laura Luelmo.

Bernardo Montoya es el único acusado del crimen de la joven de 26 años Laura Luelmo en la localidad onubense de El Campillo el pasado 12 de diciembre. Tras confesar el crimen y declararse culpable, ahora el acusado dice ser inocente y culpa del asesinato a su exnovia, Josefa.

Montoya ha ofrecido una nueva versión ante el juez en la que asegura que su expareja mató a Laura Luelmo "de tres golpes en la cabeza con un martillo". El presunto asesino sostiene que Josefa, a la que no veía desde hace tres años, se presentó en su casa para visitarle el mismo día de la desaparición de la joven. Añade, además, que la mujer conoció a Laura Luelmo cuando ésta se acercó a preguntarles por un supermercado y él le dio indicaciones. En ese momento, según el testimonio del acusado, Josefa le habría recriminado hablar con la joven y alquilarle la casa "a cambio de mantener relaciones sexuales".

Montoya asegura que tras ir al baño, se encontró a su expareja manteniendo una discusión en el salón con Laura Luelmo, a la que propinó "un golpe en la cara con un palo de escoba y tres martillazos en la cabeza". De acuerdo a esta nueva versión, Montoya asumiría únicamente el cargo de cómplice por ayudar a su expareja a deshacerse del cuerpo de la profesora.

Bernardo Montoya durante su detención
"Bernardo Montoya durante su detención"

Montoya desvela el paradero del arma del crimen

Sin embargo, este testimonio supone ya la tercera versión que Bernardo Montoya ofrece sobre el crimen de Laura Luelmo, lo que ha provocado que los investigadores no otorguen ninguna credibilidad a estas nuevas declaraciones. Cuando fue detenido por la Guardia Civil, Montoya reconoció haber asaltado a la joven y trasladarla al campo con el objetivo de agredirla sexualmente aunque, según contó, no habría llegado a violar finalmente a la joven. 

Ahora, el acusado niega la intención de agredir sexualmente a Laura Luelmo y atribuye la culpabilidad del asesinato a su expareja, Josefa, en esta nueva declaración ante el juez en la que ha desvelado también el lugar en el que se encuentra el arma homicida, el martillo con el que habría sido golpeada la víctima.

El abogado de Montoya, Miguel Rivera, ya anunciaba la predisposición de su cliente a desvelar estos datos a las puertas del juzgado de Valverde del Camino. Y se ha cumplido. Bernardo Montoya ha declarado que el martillo que asestó los golpes mortales a la profesora, según la versión que él mismo sostiene, se encuentra en un paraje cercano al lugar donde apareció su cuerpo sin vida.

Según explica también Rivera, el acusado se ha negado rotundamente a responder las preguntas de la acusación particular pero sí ha colaborado con el fiscal, con respuestas que su abogado considera como "con una precisión bastante precisa". Además del martillo, Montoya destaca también pruebas que avalarían su versión, como las "huellas recientes" de Josefa en el coche.

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