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La acusación afirma que Ana Julia Quezada mató a Gabriel Cruz con "estremecedora frialdad"

La defensa de los padres de Gabriel Cruz solicita prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada por un delito de asesinato.

Los abogados de los padres del pequeño Gabriel han redactado un escrito de acusación en el que defienden que Ana Julia Quezada mató con una "frialdad estremecedora" al menor de 8 años.

El documento defiende que la acusada contaba con un plan de asesinato premeditado cuando el niño se encontraba en casa de su abuela paterna en Las Hortichuelas Bajas (Almería) pasando el puente del Día de Andalucía. Por este motivo Ana Julia salió a la calle inmediatamente después de que lo hiciera el pequeño para pedirle que la acompañara hasta la casa que ella y Ángel Cruz estaban reformando.

La acusación sostiene además que en ese momento subió al pequeño al coche y le trasladó hacia la casa, que se encontraba en una zona aislada y apartada de la civilización, circunstancia que utilizó para estar a solas con el menor y "golpearlo reiteradamente, con violencia y con un objeto contundente".

Señalan también la intencionalidad del crimen y explican que, incluso en ese momento, Gabriel continuaba aún con vida y "podría haber sido reanimado de haber soliciado asistencia médica". Desde ese momento hasta el del fallecimiento transcurrieron entre 45 y 90 minutos en los que Ana Julia, lejos de socorrer al pequeño, le tapó nariz y boca hasta provocarle la muerte, según afirma la defensa de Patricia Pérez y Ángel Cruz.

Según la acusación, Ana Julia actuó con una frialdad estremecedora
"Según la acusación, Ana Julia actuó con una frialdad estremecedora"

Acusada de entorpecer el operativo de búsqueda

El testimonio de los abogados señala que la acusada creó falsas expectativas durante el operativo de búsqueda y que dirigió hacia los padres de Gabriel comentarios de esperanza: "Hoy lo vamos a encontrar. Le vamos a dar Coca-Cola".

El escrito menciona especialmente el día 3 de marzo, fecha en la que colocó una camiseta del niño en una zona que ya había sido rastreada horas antes con el objetivo de "distraer la atención de los investigadores y la de añadir más sufrimiento a los padres". Señalan también el día 11 de marzo, en el que mientras los Ángel y Patricia emitían un comunicado, ella se dirigió a Rodalquilar y desenterró el cadaver.

Por último, el documento recuerda el sufrimiento de los padres y las consecuencias psicológicas que les ha acarreado el asesinato de su hijo. Aseguran que Patricia Pérez y Ángel Cruz sufren un "transtorno de estrés postraumático por duelo complicado y transtorno de adaptación con reacción depresiva".

Ahora, la acusación pide prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada por un delito de asesinato, tres años de cárcel por delito de lesiones psíquicas a Patricia, cinco años más por lesiones psíquicas a Ángel y penas de dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral.

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