El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, nunca ha escondido la gran devoción religiosa que desarrolló tras sufrir una auténtica conversión durante un viaje a Las Vegas en 1991, puesto que antes ni siquiera era creyente. Desde aquel proceso, ha ido escorando sus posturas hacia visiones más duras, terminando en el Opus Dei.
Esa visión religiosa ha impregnado su carrera política en el Ministerio. Desde conceder la medalla del mérito policial a la virgen María Santísima del Amor a plantearse como un "pecado cristiano" el simple hecho de comulgar con el cristianismo. Quién sabe si esta última apreciación estuvo implicada en la policía política que creció bajo su sombra de la mano del comisario Villarejo...
Pero lo cierto es que su visión no ha cambiado. Sigue yendo a su misa diaria en una conocida capilla del barrio de Salamanca de Madrid y, ahora, ha revelado una conversación con el papa Benedicto XVI que ha generado una fuerte polémica.
"El diablo quiere destruir España", afirma en lo que parece ser una videollamada grupal durante el confinamiento que ha circulado por todas las redes sociales donde relata su encuentro con el líder de la Iglesia católica.
Jorge Fernández Díaz se muestra plenamente convencido de las apreciaciones que Benedicto XVI le confesió en un encuentro de "55 minutos" celebrado el 17 de junio de 2015.
Según su relato, Fernández Díaz le pidió al antiguo pontífice que rezara por España. "Le dije, 'Santidad, sabe los problemas que tenemos ahora en España', y me referí especialmente a Cataluña".
A ello, siempre según el exministro, el papa Benedicto XVI contestó con las siguientes palabras: "El diablo quiere destruir España". Una apreciación que después desarrolló.
"El diablo sabe los servicios prestados por España a la Iglesia de Cristo, conoce la misión de España, la evangelización de América por España, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa de los años treinta... El diablo ataca más a los mejroes y por eso ataca especialmente a España y la quiere destruir", aseguró Benedicto XVI.
Sin embargo, el papa mostró su confianza en que el diablo no iba a destruir España: "Me dio un mensaje de esperanza: 'No lo conseguirá'", afirma. Además señala que el Papa le pidió aplicar cuatro herramientas en esta crisis: "Humildad, oración, sufrimiento y devoción en la Santísima Virgen".