Blas Cantó se encuentra a tan solo unos días de representar a España en Eurovisión. El próximo 22 de mayo es la cita en la que conoceremos el desenlace de una edición que se ha hecho de rogar, en la que Cantó intentará contar a Europa un mensaje dedicado a su abuela con su tema 'Voy a quedarme'. Tras los primeros ensayos en Róterdam, las críticas en torno a la escenografía creada por el austríaco Marvin Dietmann han sido muchas, sin embargo... ¿Se veían venir?
El cantante responde a nuestras preguntas en la alfombra roja del concierto de despedida que ofreció ante los medios de comunicación en el Teatro Monumental de Madrid, haciendo referencia a que al festival hay que dedicarse "en cuerpo y alma". "Hay que dejarse llevar, aunque tus ideas las van a tener en cuenta, no siempre se hace lo que uno quiere", confiesa, ante la pregunta de qué consejo le daría al próximo representante de España en el certamen de la UER.
Por otro lado, y dejando a un lado los comentarios en torno a su concepto escenográfico, el murciano asegura que se ha llevado lo necesario a Róterdam (Países Bajos) en su equipaje, en el que se encuentran sus "mejunjes para la voz", además de "mucho cariño y mucho amor". Asimismo, y atendiendo a las medidas de seguridad y protocolos impuestos por la organización para asegurar que el festival se lleva a cabo, Cantó y su equipo crearán una burbuja en su hotel de la que no podrán salir: "La mejor vacuna es estar en este momento aislados".
No obstante, Blas tiene planes con algunos de los representantes de otros países, como Barbara Pravi (Francia) o Stefania (Grecia), además de tener ya en el horizonte una colaboración con el británico James Newman, con motivo de una versión acústica en inglés de su tema eurovisivo.
