La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dado un giro de 180 grados sobre el veto parental. Después de afirmar que no existía "adoctrinamiento en las aulas madrileñas" tras un cuarto de siglo de gobiernos populares, ahora ha realizado un guiño a la extrema derecha, entendiendo que "hay padres que no quieren que sus hijos estén en talleres sobre LGTBI".
Con ello, hace referencia a las actividades extracurriculares que se imparten en las aulas para permitir que los alumnos puedan recibir materia en igualdad de género o no discriminen a sus propios compañeros LGTBI. Ayuso parece abrazar los postulados de sus socios de VOX, que le piden adoptar el veto parental, que excluye esta formación de las aulas.