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El zoófilo más famoso de Europa: "Me ofrecí a mi perro y practicamos sexo anal"

Michael Kiok, que por su trabajo tratando de legalizar la zoofilia se ha ganado el título de zoófilo más famoso de Europa, habla de su parafilia.

Estamos viviendo un época de tolerancia y respeto hacia los gustos de los demas, sobretodo en el plano sexual, pero hay casos en los que debemos plantearnos hasta qué punto una práctica debe o no ser respetada.

Michael Kiok saltó a la fama en 2013, cuando junto a más de cien personas defensoras del sexo con animales, trataron de impedir la aporbación de las leyes contra la zoofilia en el Parlamento alemán. Es el presidente de ZETA (Compromiso Zoófilo por la Tolerancia y Claridad), una asociación de zoófilos que tratan de defender su práctica y hacer entender al mundo en qué consiste la atracción emocional y física hacia los animales.

Un día mi vecino me dejó a su perro porque iba a mudarse y no podía hacerse cargo de él. Era un rottweiler macho, estuvimos un tiempo jugando y finalmente decidí ofrecerme. Él saltó sobre mi y practicamos sexo anal

Este es el relato de Kiok en una entrevista con Código Nuevo, en la que admite que ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones por sus gustos. "Romper el tabú y hablar alto y claro supuso la eliminación de mi vida social".

La historia de Michael

Michael con su actual mascota, con quien vive felizmente
"Michael con su actual mascota, con quien vive felizmente"

Actualmente con 58 años, Michael se ha sentido atraido por los animales desde su infancia, con los que se imaginaba manteniendo relaciones sexuales. Cuando era un adolescente, consciente del rechazo que despertaban sus sentimientos a la sociedad, lo ocultó y se aisló de las relaciones emocionales. Sus compañeros pensaban que simplemente era homosexual y no estaba interesado en tener pareja.

"Tuve depresiones muy fuertes y me sometí a varias terapias incluso con hipnosis regresiva. Sentía pánico al pensar cómo sería mi vida, qué podría pasar si alguien se enteraba de mis sentimientos", explica. 

Sorprendentemente, Michael llegó a pasar diez años casado con una mujer, aunque su relación no era la ideal. Le suponía un esfuerzo mantener relaciones sexuales con su pareja, aunque lo hacía una vez al mes.

En 1996 la policía irrumpió en su casa acusándole de ser un criminal y coleccionar material de sexo con animales. Los juicios por este caso duraron cuatro años hasta que el acusado llegó a un acuerdo con el juez. Le supuso la ruina económica.

Fue dos años más tarde cuando el hombre empezó a ser verdaderamente feliz tras divorciarse y heredar el rottweiler de un amigo (mencionado anteriormente) con quien se abandonó a sus deseos. Actualmente tiene una perra con quien no mantiene relaciones sexuales ya que ella no siente ese tipo de interés por él, tratándose de una "relación" más emocional. 

La opinión de los expertos

Contrario a lo que piensa la mayoría, la zoofilia no es más comun en las zonas rurales
"Contrario a lo que piensa la mayoría, la zoofilia no es más comun en las zonas rurales"

Según el Director Clínico del intituto Madrid de Sexología, la zoofilia es una de las parafilias que se experimenta a más temprana edad, ya que muchas personas cuentan con un animal cerca.

Normalmente, al pensar en esta práctica la relacionamos con el entorno rural, como pensar en los pastores y las cabras, pero también es común en zonas urbanas. Muchas personas zoófilas lo practican con sus propias mascotas.

El tratamiento de esta filia es especialmente complicado porque muchos pacientes están fielmente convencidos de que no están haciendo nada malo ni dañando al animal. Se sienten perdidos y rechazados y no acaban de encontrar el motivo por el que realmente necesitan la ayuda de un profesional. Partiendo de algunos estudios criminológicos, se ha relacionado la zoofilia con otras filias como la pedofilia y la depredación sexual.

¿Qué dicen las leyes?

Los animales no pueden dar consentimiento, por mucho que no se resistan a las relaciones, no significa que estén aceptando
"Los animales no pueden dar consentimiento, por mucho que no se resistan a las relaciones, no significa que estén aceptando"

En España se considera un delito desde el 15 de marzo de 2015, una petición que vino por parte de la Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos, que alertó sobre la necesidad de adaptar las leyes de protección de animales al nivel europeo. Se establecieron penas de carcel a quien "maltrate injustificadamente cualquier animal que no viva en estado salvaje, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual".

La abogada María Gonzalez Lacabex, asesora jurídica de CoPPa España aboga por la necesidad de tomar conciencia del alcance y peligrosidad asociada a estas conductas tanto para el bienestar de los animales como para la sociedad.

El consentimiento de los animales a debate

Michael Kiok justifica sus relaciones con animales en que ellos consienten:

Los perros y otras especies animales pueden disfrutar del sexo con un humano ya que su respuesta sexual es exactamente la misma que frente a un miembro de su especie. Si no fuese una buena sensación sencillamente no lo harían

Pero por su parte, el partido animalista PACMA no está de acuerdo y dice que este tipo de justificaciones que afirman que si no les gustase no se dejarían, son las mismas que usan los pro-taurinos para defender las corridas.

Laura Duarte, portavoz de PACMA comenta: "Es una práctica indefendible desde cualquier punto de vista y fuera de toda ética".

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