VOX ha defendido un discurso marcadamente ultraliberal en sus posicionamientos económicos, bajo el que ha abogado la eliminación de cualquier ayuda pública para formaciones políticas, sindicatos y organizaciones patronales.
Sin embargo, la formación de Santiago Abascal, que retóricamente defiende reducir la presencia del Estado a la mínima expresión, ha recurrido a las subvenciones públicas para mantener la estructura de su propia formación política. De hecho, es la piedra angular de su propia financiación.
Las cuentas de 2022 revelan que VOX tuvo como origen de sus ingresos un 63% de subvenciones públicas, a pesar de que la formación de extrema derecha aboga por su completa eliminación.
Así queda patente en las cuentas anuales que el tesorero del partido, Pablo Saez, presentará este sábado 24 de junio ante la Asamblea General que se celebrará en Madrid y que VOX utilizará como acto de precampaña. Allí, el presidente del partido, Santiago Abascal, prevé realizar un mitin como plataforma ante las próximas elecciones generales del 24 de julio.
Más gastos que ingresos
El documento al que ha tenido acceso Europa Press, relativo a las finanzas de 2022, revela que VOX gastó en dicho ejercicio 1,9 millones de euros más de lo ingresado. La mayor parte de sus gastos están relacionados con la gestión ordinaria y el importe de mayor volumen (8,3 millones) se asigna con las cuentas de "gastos exteriores".
VOX tuvo unos gastos ordinarios de 16,7 millones de euros, por encima de los 15,5 millones que la formación de extrema derecha declara en ingresos. A ello, se suman 546.000 euros en pérdidas por actividad electoral correspondientes a las elecciones autonómicas de Castilla y León y Andalucía.
La formación de ultraderecha también revela sus ingresos corrientes. VOX los divide en dos apartados, los que provienen de fuentes públicas de financiación y los privados. Los de origen público superan los 9,8 millones de euros, mientras que los privados ascienden a los 5,6 millones de euros.
Esto supone que más del 63% de las fuentes de financiación de la formación de extrema derecha proceden de un origen público, a pesar de que VOX se ha presentado tradicionalmente a los procesos electorales abogando por eliminar cualquier subvención pública a formaciones políticas, sindicatos o patronales.
Los dirigentes del partido han explicado, sin embargo, que a pesar de que defienden estas posturas, no tienen ninguna intención de renunciar a las subvenciones públicas que se ofrecen desde las Administraciones mientras que el resto de partidos y organizaciones sí puedan recibirlas.
