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Dios sería más joven y femenino de lo que pensamos

Un estudio realizado por psicólgos estadounidenses a más de 500 cristianos revela una reimaginación del rostro de Dios más femenino, amoroso y joven.

La apariencia de Dios casi nunca se ha llevado a debate, ya que el imaginario religioso y cultural lo ha estimado como un anciano venerable, serio y, a veces, temible dotado con un rostro curtido y barba blanca. Sin embargo, unos psicólogos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill han tumbado este concepto alegórico del Creador gracias a un estudio realizado a más de 500 cristianos estadounidenses. Un experimento que les ha permitido reimaginar la cara de Dios.

El estudio consistía en lo siguiente: los investigadores mostraban a los participantes varias decenas de pares de posibles rostros de Dios que variaban aleatoriamente. Estos debían elegir cuál de ellos se acercaba más a su idea del Creador. Los psicólogos combinaron las diferentes elecciones de los voluntarios para construir la nueva "cara de Dios".

El resultado fue muy diferente del que todos se pueden llegar a imaginar. El nuevo "rostro de Dios" es más joven, con toques femeninos y menos caucásico de lo que sugiere el imaginario popular; además, el experimento refleja que los individuos participantes en el estudio reflejan parte de sus rasgos físicos, psicológicos e ideas políticas en Dios.

Las características físicas, psicológicas e ideas políticias influyen a la hora de imaginar a Dios

Así es el nuevo rostro de Dios según el estudio
"Así es el nuevo rostro de Dios según el estudio"

Joshua Conrad Jackson, autor principal del estudio, indica que la afiliación política afecta mucho a la hora de elegir los diferentes rasgos de Dios. Los liberales prefieren un Creador más femenino, amoroso y joven; mientras, los conservadores, piensan en uno más poderoso y caucásico. "Estos sesgos pueden surgir del tipo de sociedades que los liberales y los conservadores quieren", a lo que añade, "Investigaciones anteriores muestran que los conservadores están más motivados que los liberales para vivir en una sociedad bien ordenada, una que estaría mejor regulada por un Dios poderoso. Por otro lado, los liberales están más motivados para vivir en una sociedad tolerante, que estaría mejor regulada por un Dios amoroso", finaliza Conrad.

Sin embargo, el estudio sugiere que la elección de un rostro u otro viene también marcada por las características demográficas de cada voluntario. Es decir, las personas que se veían físicamente atractivas imaginaban a un Dios más atractivo; los jóvenes a un Creador más joven; y, por ejemplo, los afroamericanos, que revelaban una tendencia a elegir un Dios con la piel más oscura.

Kurt Gray, profesor de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias en Chapel Hill y uno de los autores del experimento, explica que "la tendencia de la gente a creer en un Dios que se parece a ellos es consistente con un sesgo egocéntrico", y añade, "la gente a menudo proyecta sus creencias y rasgos sobre los demás, y nuestro estudio muestra que la apariencia de Dios no es diferente: las personas creen en un Dios que no solo piensa como ellas, sino que también se parece a ellas".

Como curiosidad, el género no influyó a la hora de elegir el de Dios, es decir, tanto los hombres como las mujeres imaginaban un Creador masculino.

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