La existencia de Jesús de Nazaret y de un 'Dios' único al que todos rezan cada mañana siempre se ha puesto en duda por razones científicamente obvias. Varios han sido los escritores que han publicado libros en los que argumentan detalladamente cómo la religión católica fue creada para engañar a todo un pueblo. Lo que hoy en día podríamos considerar como el mayor 'troleo' y 'fake' de la historia.
Supuestamente, el monumento a la tumba de Jesucristo había sido destruido en su totalidad y reconstruido en el año 1009, lo que generó las dudas y las sospechas entre los historiadores, que llegaron a cuestionar si la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén era la misma que habían descubierto los romanos.
La tumba de Jesucristo fue abierta por primera vez en siglos en octubre de 2016. Esto ha permitido la publicación de un estudio por 'National Geographic' que ha generado incertidumbre una vez más sobre cuándo fue construida realmente.
Según las pruebas científicas que se llevan realizando desde hace más de un año sobre los restos de una cueva de piedra caliza en la iglesia del Santo Sepulcro por la Universidad Técnica Nacional de Atenas, el panteón donde se halla el hijo de 'Dios' enterrado fue construido por los romanos en las primeras décadas del año 300 d.C., es decir, en nuestra era.
El levantamiento de esta tumba lo llevó a cabo el emperador romano Constantino por motivos políticos. Una de las tesis que explican este hecho argumenta que este líder romano erigió este monumento como símbolo religioso tras asumir el catolicismo como la doctrina dogmática de todo el imperio en el siglo IV.
¿Es la religión católica la mayor patraña de la Historia?
De confirmarse, este nuevo hallazgo podría corroborar los estudios del investigador Fernando Conde Torrens. Según ha publicado Torrens en su libro 'Año 303: inventan el cristianismo' al que ha dedicado 23 años de su vida para plasmar estas conclusiones, el catolicismo fue en realidad un invento de Constantino, su escriba Lactancio y Teodosio.
Torrens dedicó parte de su vida a estudiar los textos sagrados originales e incluso llegó a aprender griego para poder leer sus escrituras en este idioma. Según esta ardua investigación, Lactancio convenció al emperador Constantino de que resultaba necesario inventar una religión monoteísta en la que las personas adoraran a un único Dios y lograr así que el imperio romano se mantuviera unido.
Constantino, que según Torrens era un pragmático, asumió la hipótesis de Lactancio con el objetivo de perpetuar y encumbrar su poder. Entre los años 303 y 320 de nuestra era procedieron a inventar lo que durante más de 50 generaciones se ha conocido como religión católica.
El autor de este libro afirma que estos farsantes destruyeron el helenismo existente en Grecia hasta entonces. Una corriente en la que imperaba el pensamiento libre, la razón y la explicación científica de la vida humana. Esta doctrina fue enterrada por los cristianos: quemaron libros, cerraron escuelas y redujeron la posibilidad de razonar del ser humano a la mentalidad de un chimpancé al imponerle unos postulados religiosos inexistentes.
De ser cierto lo expuesto por Torrens y otros autores en general, el catolicismo ha robado a la humanidad siglos y siglos de avances debido a la imposición de sus creencias inventadas. Jesucristo y el supuesto 'Dios' serían, en realidad, personajes de ficción que encajan perfectamente en un largometraje de Hollywood.
