La serofobia se ha cobrado una víctima en un macabro suceso que tuvo lugar el pasado sábado 5 de junio en Cancún. En un taller ubicado en la avenida Leona Vicario, en la Supermanzana 231, se celebró una fiesta a la que acudieron un buen número de personas.
En un momento de la fiesta, la víctima tuvo relaciones sexuales con uno de los invitados. Al finalizar el encuentro, el joven le reveló que vivía con VIH, algo que su pareja sexual no se tomó nada bien, por lo que comenzó a agredirlo. La violencia pasó a mayores y acabó torturándolo hasta la muerte. Finalmente, quemó su cuerpo.
Cuando la Policía Estatal de Quintana Roo llegó al lugar del suceso, encontraron a la víctima con múltiples heridas de arma blanca y el rostro completamente desfigurado. Su cuerpo se encontraba completamente calcinado en mitad de un gran charco de sangre, según informa Turquesa News.
Las labores de investigación se están complicando ya que entre los asistentes a la fiesta se ha instaurado un "pacto de silencio". Los que se encontraban en el taller aseguran no haber escuchado nada e incluso los que se encontraban en la habitación contigua en la que se produjo el crimen aseguran no haberse enterado de los gritos de la víctima.
Repunte de odio
Los crímenes de odio contra el colectivo LGTBI se han multiplicado en Cancún en los últimos meses. En noviembre de 2020, una joven lesbiana fue atacada en su propia casa. En febrero de 2021, la policía detuvo a una pareja gay en Tulum por besarse en la vía pública. Y en abril del mismo año, una pareja de dos chicos fueron golpeados en la playa del Carmen por el mismo motivo.
La serofobia también está instalada en México: el 3 de junio, la fiscalía del CDMX detuvo a un joven con VIH acusándolo de un delito de peligro de contagios. Además, también han empezado a difundirse a través de redes sociales los datos de jóvenes con VIH con el ánimo de estigmatizarlos.
