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Tomás Gimeno se cruzó con Beatriz con los cuerpos de las niñas en su coche antes de asegurarle que volverían a casa

La jueza ha levantado el secreto de las actuaciones y se ha inhibido en favor del juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz de Tenerife.

Tomás Gimeno se cruzó con Beatriz con los cuerpos de las niñas en su coche antes de asegurarle que volverían a casa

Redacción

13 Junio 2021 17:52

Tomás Gimeno actuó con un plan premeditado en todo momento. Esa es la descripción que realiza la jueza de Instrucción número 3 de Güímar (Tenerife) sobre el asesinato de Anna (1 año) y Olivia (6), un caso sobre el que se ha inhibido para que sea tratado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz de Tenerife.

La magistrada considera que el presunto autor de las muertes pudo haber cometido, además, un delito contra la integridad moral "con el fin de provocar un inhumano dolor a su empareja, Beatriz Z., a la que de forma deliberada buscó dejar en la incertidumbre acerca del destino que habían sufrido sus hijas al ocultar sus cuerpos, tras darles muerte, en el fondo del mar". Por todos estos delitos se ha dictado una orden de detención internacional, a la espera de conocer el paradero de Tomás Gimeno.

La jueza ha levantado el secreto sobre las actuaciones, que permite conocer que dio muerte, presuntamente, a sus hijas en la finca de Igueste de Candelaria el 27 de abril, cuando había acordado pasar la tarde con ellas.

La jueza ha trasladado los hechos a un Juzgado de Violencia de Género
"La jueza ha trasladado los hechos a un Juzgado de Violencia de Género"

Las niñas fueron asesinadas entre las 20:00 y las 21:00 horas. Los cuerpos, siempre según las conclusiones del auto, fueron envueltos en toallas e introducidos en bolsas de basura que, a su vez, pasaron cada uno a sendas bolsas de deporte que Tomás Gimeno depositó en el portabultos de su coche, un Audi A3 blanco en el que realizó varios desplazamientos durante la noche.

Los investigadores han accedido a la geolocalización de su teléfono móvil y el registro de llamadas. Con esta información han podido concluir que se despidió de su última pareja y de sus amigos, así como que fue a casa de sus padres para dejar las llaves de otro coche de su propiedad y su perro. Llevaba los cuerpos de las niñas en el maletero.

Previamente, a las 17:00 horas, Tomás se dirigió a un centro pedagógico, donde acudía su hija mayor. Allí contacta con la directora del centro, su pareja, a la que entrega "un estuche con cinta de embalar". Le pide que lo llamara a las 23:00 horas y lo abriese después, pero ella no espera: a las 17:20 se encuentra 6.200 euros y una carta de despedida, tres horas antes del asesinato de las pequeñas, según relata El Diario.

Los testigos y la triangulación del teléfono concluyen que fue en dos ocasiones a la Marina de Santa Cruz de Tenerife, donde fue visto a las 17:51, para probar el motor de su embarcación de recreo, Esquilón. Luego, a las 21:27, las cámaras y testigos le vieron portando bolsas de deporte donde supuestamente iban los cuerpos de sus hijas.

El relato judicial y el encuentro con Beatriz

Siempre según el relato judicial, Tomás Gimeno arrojó las bolsas lastradas alrededor de las 22:30. Fue entonces cuando le aseguró que no permitiría que "no crecieran sin él". La Jueza descibe que aquella tarde se dio la circunstancia de que, estando los cadáveres en el maletero del Audi, su empareja y la madre de las niñas, siguiendo unas indicaciones que ellas le habían enviado mediante un audio de WhatsApp para que se pasara por la finca a recoger unos cuadros, estuvo a escasos a metros de sus hijas sin percatarse.

El cuerpo de Olivia, de 6 años, ya ha aparecido. Mientras, continúa la búsqueda de Anna y también de Tomás, cuyo hallazgo es fundamental para el cierre definitivo del caso: si no se diera tal circunstancia, quedaría permanentemente abierto.

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