Las tiendas de moda femenina Trucco, rescatada en los juzgados en mayo de 2019, vuelven a situarse al borde de la quiebra. La empresa, que ya ha despedido a medio centenar de personas, ahora va a ejecutar un plan drástico: un cierre considerable de tiendas y una oleada de despidos para intentar garantizar su futuro.
La sociedad Good Job business, en la memoria del ejercicio de 2019 firmada en mayo de este año 2020, ya identificó algunos factores que implicaban "dudas signficativas" sobre la viabilidad de la empresa.
En este sentido, apelaba a cuatro factores: el cierre temporal de tiendas durante el estado de alarma; los retrasos en cuentas a cobrar con franquiciados o tiendas multimarca; el elevado volumen de stock almacenado y las tensiones con los acreedores por fuertes deudas, incluyendo proveedores, caseros y personal.
El primer freno se encuentra en el paquete de medidas con las que la firma quiere contener una crisis que pone en cuestionamiento su propia supervivencia. Ese plan incluye "una reestructuración de la dimensión de la central" y un expediente de regulación de empleo (ERE) del que todavía no se ha concretado su alcance.
Cierre de tiendas, especialmente en centros comerciales
La compañía tiene un plan de cierre de tiendas, que afectará especialmente a los centros comerciales, que son los que han sufrido con mayor contundencia los cambios de comportamiento que genera la crisis sanitaria.
La firma, sin embargo, no se resigna y espera compensar estos cierres con una tímida apertura de córners en El Corte Inglés. El precio del alquiler es mucho barato y la infraestructura necesaria para abastecer estos puestos es mucho más reducida.
Por el momento no se han negociado las condiciones del ERE con los sindicatos, pero la empresa ya ha rescindido el contrato a medio centenar de trabajadores. La firma, además, presentó un ERTE para el 100% del personal de tienda y el 50% de la central, por lo que gran parte de esos despidos todavía necesitan un margen para llevarse a cabo.
La firma está combinando estas acciones con un plan agresivo de promociones para liquidar el stock y solicitando aplazamientos a la espera de sanear sus cuentas para ponerse al día con los acreedores.
La empresa cerró 2019 con una facturación de 11,89 millones de euros. El resultado de explotación fue negativo, de 967.965 euros y las pérdidas netas ascendieron a 902.328 euros.
