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Se infiltra en un laboratorio y denuncia el maltrato animal para el estudio de fármacos

Cruelty Free International ha condenado las imágenes recogidas por el infiltrado y espera los resultados de la investigación de la fiscalía.

Se infiltra en un laboratorio y denuncia el maltrato animal para el estudio de fármacos

El maltrato animal es una de las causas sociales que siempre están a la orden del día en lo que a defensa de derechos se refiere. Escenas de terror y crueldad son las que, desgraciadamente, ha tenido que ver cada día un activista de la organización Soko Tierschutz al infiltrarse en el Labotario de Farmacología y Toxicología, en el que experimentan con monos, perros, gatos y otros animales para realizar ensayos con fármacos. 

Lo ha hecho durante cuatro meses y no pudo aguantar más. No tiene que ser fácil visualizar cómo cuelgan del cuello a monos, les meten tubos por la boca, les dejan girar sin control sobre sí mismos. No es lo único que hacen, sino que después de probar ciertos productos con perros, los meten en celdas cuyo suelo está lleno de sangre. Por no nombrar a gatos a los que extraían sangre unas 14 veces al día.

No se puede permitir, pues vulnera cualquier derecho legal y moral contra estas especies animales. Por ello, la Fiscalía alemana de la ciudad de Stade ya ha intercedido para poner medidas contra esta lacra, que dice trabajar para la industria química y farmacéutica de todo el mundo. Aún así, han querido advertir sobre las imágenes obtenidas por el infiltrado: "No todas las que el público correctamente percibe como crueles pueden suponer violaciones legales". 

Los hechos, que han ocurrido en Mienenbüttel (Alemania), han sido denunciados por la citada organización y comprobados por las autoridades de esta región al norte del país. Una investigación ya está siendo llevada a cabo después de que el activista lograra grabar los hechos con una cámara secreta desde diciembre de 2018 hasta abril de 2019.

"La gente tiene derecho a saber lo que ocurre en estos laboratorios", condena Friedrich Mülln, responsable de la investigación. Por su parte, Johannes Kiers, portavoz de la fiscalía, asegura que descubrir lo ocurrido podría llevar unos cuantos meses. 

¿Qué dice la ley?

Todo tipo de asociaciones y organizaciones animalistas han puesto en tela de juicio las imágenes recogidas por Soko. Lo han hecho también las autoridades veterinarias de Harburg y es que el laboratorio ya estaba en el punto de mira desde hace algunos años. Muchas inspecciones han tenido lugar desde 2015, en su mayoría sin previo aviso, con el objetivo de pillarles con las manos en la masa. Sin embargo, todo cobró sentido tras destaparse este inhumano entramado. Los inspectores encontraron a 44 monos en "jaulas demasiado pequeñas" de un metro cúbico.

Cruelty Free International ha confirmado que la forma en la que estos laboratorios alemanes trabajan es equiparable a la de otros centros, cuyas labores son similares. "Este laboratorio no es único, lo que pasa es que la gente no sabe cómo funcionan esos sitios porque son muy poco transparentes", considera Katy Taylor, la directora de ciencia y regulación. ¿Qué pasa entonces en este delicado caso? Bien, desde la organización apuntan a que "la manera en que manejaban a los animales era especialmente brusca y a los perros les hacían soportar un nivel de sufrimiento contrario a lo que establece la directiva". 

La organización denuncia que el maltrato animal se extiende a muchos ámbitos con total impunidad | Foto: Pixabay
"La organización denuncia que el maltrato animal se extiende a muchos ámbitos con total impunidad | Foto: Pixabay"

De cualquier modo, la ley europa es muy estricta en torno a esta cuestión y en el marco de la directiva 2010/63 considera que "los animales, excepto los que sean naturalmente solitarios, deben ser alojados en grupos estables de individuos compatibles", a su vez en "un espacio de la complejidad suficiente para permitirles expresar una amplia gama de comportamientos normales" de un mínimo de 1,8 metros cúbicos. La Comisión Europea ya acusó a Alemania de su infracción ante esta directiva en 2018. 

Por otro lado, la oficina de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria (LAVES) ha confirmado que se realizan experimentos con animales de acuerdo a la ley que regula la aprobación de medicamentos y fármacos.

Sin embargo, se animó a denunciar los hechos tras las delicadas imágenes, motivo suficiente para haber infringido algún delito penal. Siguiendo esta línea, no volverán a conceder ningún permiso para aprobar medicamentos con experimentos animales hasta que finalice la presente investigación en esta localidad cerca de Hamburgo. A´un así, pudieron comprobar que en las últimas comprobaciones, todo funcionaba correctamente aunque tuvieran unos 250 monos, 200 perros y 50 gatos en sus instalaciones. 

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