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Sadomasoquismo, incesto y otras filias: las fantasías sexuales de Adolf Hitler

La vida sexual de Adolf Hitler está rodeada de incesto, orina, sadomasoquismo, voyeurismo y más filias que se han desvelado en una serie documental.

Sadomasoquismo, incesto y otras filias: las fantasías sexuales de Adolf Hitler

Redacción

19 Mayo 2021 13:46

Se ha dicho de todo sobre Adolf Hitler a lo largo de los años, por lo que todo el mundo conoce algunas curiosidades del dictador. Pero no se habla lo suficiente sobre su vida sexual, porque es de esperar que una persona como él tenga unos fetiches, cuanto menos, curiosos.

Sus deseos sexuales vienen cogidos de la mano con la frustración que sentía con su esposa, Eva Braun, quien padecía de una enfermedad ginecológica que le hacía sentir mucho dolor cada vez que mantenía relaciones sexuales. Esto es algo que recogió el historiador Thomas Lundmark en su libro 'The untold story of Eva Braun'.

Incesto con su sobrina con un extra de orina

La serie documental del Canal Historia 'Hitler's Secret Sex Life' habla de la vida sexual secreta de Hitler, indagando en sus fetiches extraños, el sadomasoquismo, su relación incestuosa Geli Raubal, su sobrina. En 1925, Geli comenzó a vivir con el líder nazi en la misma casa. Hitler se obsesionó con ella y llegaron a mantener relaciones sexuales, donde él le exigía que se le meara encima. Esto lo corrobora Otto Strasser, militar nazi y muy cercano a Hitler.

Con tan solo 23 años, seis después de vivir con Hitler, Geli Raubal es encontrada muerta con una herida de bala en el pecho. Fue hallada en el apartamento que Hitler tenía en Múnich y, según la versión oficial, se había suicidado. El documental habla de asesinato, pero que los nazis escondieron todas las pruebas para no manchar la imagen de su líder.

Adolf Hitler y su sobrina Geli Raubal
"Adolf Hitler y su sobrina Geli Raubal"

50 sombras de Hitler

De todas formas, también se habla de que Hitler tuvo sexo sadomasoquista con Renate Müller, una actriz alemana que, después de aquel revolcón, murió. Supuestamente también se suicidó tirándose por la ventana. Antes de su muerte, Müller le confesó al director de cine Alfred Ziesler que a Hitler le ponía a mil que le pateasen en el suelo.

Respecto al sadomasoquismo de Hitler, diferentes historiadores han estudiado si esto podría ser cierto. Robert Kaplan, que además es psiquiatra, explica que "se presentó como una especie de maestro, un personaje dominante que caminaba con látigo en mano y amaba todos los uniformes, lo sádico". A Hitler le gustaba la dominación, el sadismo, el poder... No es de extrañar que esto se trasladase a la cama.

Por otra parte, a Hitler también le gustaba el voyeurismo, además de invitar a prostitutas y otras trabajadoras sexuales al refugio que tenía en la montaña. Además, las fuentes indican que tenía cierta obsesión con la pornografía. También era adicto a la heroína y las anfetaminas. Tenía de todo y no le dio tiempo a aburrirse, tal y como citan las múltiples leyendas que giran alrededor de la imagen del dictador Adolf Hitler.

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