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El elemento que honra a Franco en el Valle de los Caídos que el Gobierno no ha retirado

La exhumación de Franco se vendió como una vía para retirar todos los honores a Franco, pero aún permanece un elemento especialmente visible.

El elemento que honra a Franco en el Valle de los Caídos que el Gobierno no ha retirado

La exhumación del dictador Francisco Franco el pasado 24 de octubre de 2019 marcó un antes y un después en la historia de España. Acabó con un sinfín de protestas, debates y enfrentamientos entre el Gobierno, la opinión pública y los descendientes del general, que portaron a hombros su féretro desde el Valle de los Caídos hasta el cementario de El Pardo-Mingorrubio. Allí depositaron sus restos mortales en el panteón familiar, propiedad de Patriomonio, tras la supervisión del Gobierno socialista de Pedro Sánchez.

Franco descansará a partir de ahora junto a su esposa, su hija y otras figuras destacadas de la larga época en la que desafortunadamente gobernó el país. Por tanto, y al menos en palabras de Pedro Sánchez, ya no queda ningún símbolo de la presencia franquista en este lugar sagrado: "Cuando el Valle vuelva a abrir sus puertas, quienes accedan se van a encontrar con un lugar distinto. Porque desde hoy quienes yacen son ya todo víctimas, sólo víctimas". 

El Ejecutivo ha tenido que hacer frente a varias críticas tras el suceso. La primera de ellas se ha centrado en la presencia de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española, a quien La Moncloa considera víctima de la guerra por haber sido fusilado por los republicanos en el inicio de la guerra. Sin embargo, y siguiendo los pasos que han llevado a la exhumación del militar tras "una afrenta moral como es el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público", el Gobierno español también prevé colocar la tumba de Primo de Rivera en un lugar distinto, más discreto que en el que actualmente se encuentra. Eso sí, dentro del templo.

Exhumación y traslado de los restos del dictador Francisco Franco, el pasado 24 de octubre, a hombros de sus familiares
"Exhumación y traslado de los restos del dictador Francisco Franco, el pasado 24 de octubre, a hombros de sus familiares"

El elemento que honra a Franco y sigue presente

Eliminar toda exaltación franquista es uno de los grandes retos que el líder socialista se planteó desde su ascenso al poder, sin embargo, y a pesar de que las puertas del Valle de los Caídos ya se han reabierto al público con todo tipo de críticas tras lo ocurrido que por parte de los más reaccionarios, probablemente nunca cesen.

Al PSOE se le ha olvidado un símbolo que aún sigue haciendo referencia a un periodo de 40 años que marcó un antes y un después en el devenir político, social y cultural del país. El franquismo aún sigue teniendo presencia en este enclave de la sierra madrileña y no son las losas de mármol que tanto han dado que hablar tras las fotografías cenitales difundidas por el Gobierno, sino algo que aún da la bienvenida a todos sus visitantes.

Se trata de una crestería que encabeza la mismísima entrada al recinto. La puerta de acceso tiene tres cuerpos. El central cuenta con dos pilares que sostienen una verja de dos hojas cuya parte superior está presidida por un águila de dos cabezas y dos escudos, el de la Orden de San Benito y el escudo de armas de Franco.

Estaban allí por una razón. El primero corresponde a los monjes católicos de la orden benedictina, que habitan y pertenecen a la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

La crestería que preside la entrada al reciento de la basílica del Valle de los Caídos, símbolo del franquismo
"La crestería que preside la entrada al reciento de la basílica del Valle de los Caídos, símbolo del franquismo"

El otro, atiende a la condición que Francisco Franco tenía como fundador. Un lugar que se erigió para rendir homenaje a los más de 33.000 caídos durante la guerra y fue inaugurado en 1959, momento en el que, por orden del dictador, se trasladaron los restos de José Antonio a su interior, que previamente habían viajado al monasterio de El Escorial desde Alicante. Allí se colocó el escudo heráldico del esposo de Carmen Polo para dejar constancia de este hecho. Está formado por dos cabezas de dragón con la boca abierta, denominadas dragantes y dos columnas de Hércules, con una corona militar de caudillaje, rodeado por la Cruz Laureada de San Fernando

Cabe destacar que la presencia de este símbolo no ha llamado aún la atención del Gobierno, o al menos no se han pronunciado sobre ello y tampoco han emitido estímulos que apunten a su retirada, aunque esparemos que lo hagan pronto. Una insignia que todo franquista reconoce, especialmente la familia del militar, que no dudó en cubrir el ataúd con una bandera que lucía el mismo escudo descrito.

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