Los concejales de 18 distritos de las ciudades de Moscú, San Petersburgo y Kolpino han firmado una declaración pública exigiendo la renuncia del presidente ruso, Vladímir Putin, en un documento que cuenta con la firma de 85 concejales y al que siguen sumándose más ediles.
La petición se puede firmar por internet y cuenta con el siguiente texto: "Nosotros, los diputados municipales de Rusia, creemos que las acciones del presidente Vladímir Putin dañan el futuro de Rusia y sus ciudadanos. ¡Exigimos la renuncia de Vladímir Putin al cargo de Presidente de la Federación Rusa!".
La junta del distrito de Lomonosovsky de Moscú exigió igualmente la renuncia de Putin la semana pasada. A ella se sumaron también los diputados del distrito de Smolny de San Petersburgo, que pidieron a la Duma Estatal de la Federación Rusa que presentara cargos por traición para destituirlo de su puesto por la guerra en Ucrania. Las fuerzas del orden abrieron un expediente contra ellos por "desacreditar" al ejército ruso.
Ahora, se encuentra en marcha una recogida de firmas entre concejales de Moscú, San Petersburgo y Kolpino. Según explica la diputada municipal de San Petersburgo, Xenia Torstrem, "el texto de la petición es conciso y no 'desacredita' a nadie".
Críticas a la deriva de la situación en Rusia
Los diputados señalan que la situación en Rusia se está deteriorando y que, además, la incursión en Ucrania, ha sido contraproducente para los intereses del país. "En nuestra opinión, con el comienzo de la operación militar especial en territorio de Ucrania en las acciones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, hay indicios de un crimen contemplado por el artículo 73 de la Constitución de la Federación Rusa, de alta traición", denuncian.
Según indican, desde el inicio de las hostilidades, están muriendo ciudadanos rusos, se ha deteriorado la economía nacional y se está produciendo una fuga de inversiones y cerebros. Además, la OTAN se está ampliando hacia el este y, debido a la decisión del presidente, la frontera entre Rusia y la Alianza Atlántica se ha estrechado con el ingreso de Finlandia y Suecia.
La intervención militar rusa también ha provocado el efecto contrario esperado en cuanto a la desmilitarización del país vecino con el suministro occidental a Ucrania de 38.000 millones de dólares en armamento. Según una encuesta divulgada en Rusia, un 70% de los ciudadanos de este país apoya en mayor o menor grado la campaña militar en Ucrania, a lo que se opone el 18% de la población.
