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¿Qué te puede pasar por difundir videos sexuales de otra personas?

El Código Penal recoge castigos severos para aquellas personas que difundan videos sexuales de terceras personas.

Un acto tan banal, a veces, o tan irresponsable en otros muchos como grabar un video sexual con el móvil puede convertirse en un arma muy peligrosa. De hecho, la gran mayoría de la población no sabe realmente lasobreexposición a la que hoy en día se enfrentan si suben una simple grabación o foto a Internet. 

El principal problema llega en la difusión, es decir,una vez que se comparte un vídeo o imagen en redes sociales o a través de WhatsApp se pierde totalmente el control de hasta dónde puede llegar. Cuando se comparte algún contenido accesorio o cotidiano, en la mayoría de los casos, puede llegar a dar un poco igual; sin embargo, cuando es contenido sexual, la cosa cambia mucho. Esto último puede llegar a convertirse en algo peligroso y en un arma arrojadiza. Quizá, aquellos que suelen practicar sexting, se lo deberían pensar dos veces.

Es delito

Compartir videos sexuales de terceros es delito
"Compartir videos sexuales de terceros es delito"

El Código Penal lo recoge como delito que conlleva a penas de cárcel. Difundir o compartir un video de contenido sexual de una persona con o sin consentimiento conlleva una pena de prisión, más bajo en el primer caso. El abogado penalista Daniel Sánchez lo tiene bien claro cuando una "persona que descubre el vídeo y lo difunde puede tener entre dos y cinco años de prisión", sentencia en declaraciones para Telecinco.

La ley no solo penaliza a la primera persona que difunde el vídeo de contenido sexual sino también a los que lo hacen a posteriori. Para ellos, las penas van desde un año y hasta los cuatro años de cárcel. Por eso, es muy importante tener plena consciencia de que una vez la susodicha grabación sale de nuestro móvil, se pierde totalmente el control y difusión de ella.

Consecuencias devastadoras

Concentración trabajores Iveco tras el suicidio de Verónica. (Foto: Ángel Navarrete)
"Concentración trabajores Iveco tras el suicidio de Verónica. (Foto: Ángel Navarrete)"

Este tema vuelve a tomar mucha relevancia, no solo como advertencia de la sobreexposición pública a la que se enfrentan las personas, sino por la noticia del suicidio de Verónica, una trabajadora de la fábrica de camiones de Pegaso-Iveco en Madrid. La mujer grabó un vídeo de contenido sexual hace cinco años, antes de estar casada y uno de sus compañeros decidió compartirlo en una empresa con más de 2.500 trabajadores.

La trabajadora, casada y con dos hijos, se enteró de la difusión de ese video cuando recibió la grabación su marido. En ese instante, decidió abandonar su puesto de trabajo entre una terrible y grave crisis de ansiedad. Al final, Verónica decidió quitarse la vida por la terrible presión y consecuencias. "El viernes se puso muy nerviosa y se fue de la fábrica porque no aguantaba la presión. Ella quería que la gente dejase de hablar del tema cuanto antes y volver a estar tranquila. No pensaba denunciar", expresaron dos compañeros suyos al programa 'Espejo Público'.

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