Un brote de grandes proporciones ha matado 143 personas y dejado más de 400 casos detectados en la región de Kwango, al suroeste de República Democrática del Congo (RDC). La Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró inicialmente su preocupación por la incapacidad de detectar inmediatamente la naturaleza de la patología, que fue calificada provisionalmente como 'enfermedad X'.
La alerta se inició a principios de diciembre, cuando las autoridades locales informaron de la muerte de 143 personas en la provincia suroccidental de Kwango. En ese momento, la OMS notificó que tenía constancia del caso y que estaba trabajando con el Ministerio de Salud Pública de RDC para conocer la naturaleza del caso.
Todos los contagiados padecían síntomas parecidos a la gripe, que incluían fiebre alta y fuertes dolores de cabeza. Muchos de los pacientes presentaban un cuadro leve de la enfermedad, pero muchos de ellos se veían gravemente afectados y se han registrado 143 muertes.
La realidad tras la 'enfermedad X'
La expedición de la OMS en esta provincia afectada en República Democrática del Congo (RDC) ha tenido como objetivo analizar muestras de los pacientes contagiados y averiguar si se trata de una nueva enfermedad o si hay un riesgo potencial de una nueva pandemia.
Finalmente, el Ministerio de Salud Pública del país ha podido certificar, con la colaboración de la OMS, que la enfermedad se trata en realidad de una variante muy grave de malaria, que se ha visto intensificada por las condiciones de desnutrición de los afectados.
"El misterio ha sido finalmente resuelto", explica el comunicado emitido desde el Gobierno. "Se trata de un caso de malaria grave en forma de enfermedad respiratoria... y debilitado por la desnutrición", especifica en su escrito.
