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'Prefiero que mi madre se haya prostituido antes que robar para sacarme adelante'

Alicia nos desvela cómo vivió en su infancia el trabajo de su madre, qué le parece que actualmente siga vendiendo su cuerpo a cambio de dinero o qué significa para ella el mundo del sexo.

Se ha escrito mucho sobre el mundo de las prostitución, detallando cómo llegan las mujeres a vender su cuerpo por necesidad o para obtener dinero de forma rápida y sencilla, qué motiva a los hombres a contratar este tipo de servicios a escondidas de sus mujeres, o el negocio que realmente se enconde en el trabajo más antiguo del mundo, pero, ¿cómo entiende esta forma de vida una hija de una prostituta?

Esta joven de 24 años que vive, estudia y trabaja en Madrid, nos desvela bajo el nombre de Alicia qué ha supuesto a lo largo de su vida que la persona que le dio la vida trabaje con su cuerpo y viva en un local de alterne a la espera de nuevos clientes.

¿Cuándo y cómo descubriste que tu madre era prostituta?

Con certeza lo supe cuando ella me lo confirmó, pero yo siempre lo he sospechado. Recuerdo que cuando tenía 7 años había un amigo de mi madre que venía mucho por casa, y en una ocasión supuestamente se marcharon a dar un paseo dejándome sola. No sé muy bien por qué, pero en un momento determinado decidí bajar al garaje y me los encontré en la cama, él completamente desnudo y ella vestida.

No les pillé practicando sexo, solo estaban hablando, pero yo me asusté y subí llorando a mi habitación con miedo de que viniera mi madre a castigarme por haber visto eso, pero fue al contrario, quiso explicarme lo que supuestamente estaba pasando, que era que su amigo tenía dolores por su trabajo y ella le estaba dando un masaje. Yo no me lo creí, pero no pregunté ni insistí por miedo a un posible enfado por su parte.

Alicia, hija de prostituta
"Alicia, hija de prostituta"

Al final y con tiempo de por medio, ¿le preguntaste si era prostituta?

Sí, cuando ya era un poco más mayor le llegué a preguntar directamente y en varias ocasiones si era prostituta, pero ella me mentía diciendo que tenía la suerte de no haber tenido que recurrir a eso...

¿Cuál era la profesión que te decía que tenía?

Decía que trabajaba de camarera por la noche. Había ocasiones en las que yo la esperaba despierta, porque dormía con ella, y al no estar me costaba conciliar el sueño. Solía llegar como a las 5 de la mañana, y lo que siempre me decía era que los pubs en los que trabajaba cerraban a esas horas.

¿Cómo recuerdas el momento en el que te dijo la verdad?

Yo tenía 11 años, y no lo recuerdo con mucha exactitud, pero cuando me lo confesó ya no ejercía, había encontrado otro trabajo. No sé por qué salió el tema, pero un día me dijo que había sido prostituta, y yo le respondí que ya me lo imaginaba.

Al tener la certeza, ¿no reaccionaste de alguna forma especial?

La verdad que no, solo le pregunté por qué no me lo había dicho antes y me había mentido, a lo que me respondió que fue por miedo, porque cuando mi hermana mayor se enteró en su momento había reaccionado muy mal.

Recuerdo que lo más duro era tener que mentir sobre el trabajo de mi madre, no que se dedicara a ello en sí, simplemente es una profesión más

¿Agradeciste por lo tanto que te confesara la verdad?

Hubiese agradecido que me lo contara antes, porque yo he tenido que mentir sin saberlo en muchas ocasiones. Cuando yo aún no lo sabía, ella me decía, si te preguntan esto, tú di esto, y yo no entendía por qué tenía que mentir, pero sabía que tenía que hacerlo. Llegué a la conclusión de que si tenía que inventarme cosas que no comprendía, algo raro estaba pasando.

¿Qué sabes de tu padre?

Cuando yo era pequeña había un hombre que venía mucho por casa y que mi madre decía que era mi padre, pero realmente no lo era. Cuando ella se enteró de que el verdadero se había muerto, al que yo nunca llegué a conocer, me lo confesó todo diciendo que había fallecido en un accidente, pero con el tiempo me enteré que no murió así, sino que fue por una sobredosis.

Estos dos hombres, tu supuesto padre y el verdadero, ¿eran clientes de tu madre?

Sí. Cuando mi madre se enteró de que estaba embarazada se lo contó a mi verdadero padre y comenzaron a mantener una relación personal, no profesional, pero al parecer la cosa no funcionó y estuvieron poco tiempo porque se enganchó al mundo de las drogas. El otro simplemente era una tapadera.

Alicia no llegó a conocer a su verdadero padre, un cliente de su madre
"Alicia no llegó a conocer a su verdadero padre, un cliente de su madre"

A raíz de saber con certeza la profesión de tu madre, cuando alguien te preguntaba por su trabajo, ¿qué decías?

Como te comento, cuando ya lo supe no se dedicaba a ello, por lo tanto decía la verdad y dónde trabajaba realmente. Lo complicado fue cuando se quedó sin este trabajo convencional, por así decirlo, y tuvo que volver a prostituirse para poder pagar un alquiler. Fue entonces cuando comencé a mentir con conocimiento, decía que mi madre trabajaba cuidando una anciana por las noches.

¿Actualmente sigue ejerciendo? ¿Te parece bien que se dedique a esto?

Sí, sigue trabajando de esto y no me parece del todo mal, nunca me ha parecido que haga nada malo. Lo veo como algo normal y corriente, un trabajo más.

¿Dónde y cómo trabaja exactamente?

Está en un local, que es también donde vive. Por lo que tengo entendido, de todos los clientes que puede hacer en una noche, el dinero del primero se lo queda la casa y el resto es para ella.

¿Tú has llegado a sentarte un día con ella a hablar sobre todo esto?

Realmente no, a raíz de saber la verdad nunca ha sido un tema tabú entre nosotras, era un tema de conversación más que salía de vez en cuando. Lo único complicado de asumir del trabajo de mi madre ha sido el hecho de tener que ocultarlo, porque sí, mi madre es puta, pero para mí es como decir que es veterinaria o peluquera.

La prostitución no es cuestión de dignidad, con cualquier trabajo nos estamos vendiendo física y mentalmente, la única diferencia es que con el sexo se gana dinero más rápido

¿Cómo reacciona la gente cuando les dices a lo que se dedica?

Algunos se sorprenden, pero el problema lo tienen ellos, no yo, me da bastante igual lo que piense la gente. Nunca me he avergonzado de mi madre por su trabajo.

Al vivirlo tan de cerca, ¿tú te has planteado alguna vez conseguir dinero a cambio de sexo?

La verdad es que sí. No me parece algo malo pero sí duro de llevar, motivo que me ha hecho pensármelo dos veces y no ejercer.

Realmente la prostitución no es cuestión de dignidad tal y como afirma mucha gente, siempre que trabajamos nos vendemos de alguna forma, tanto física como mentalmente. De esta manera ganas dinero rápido, pero al final tal y como me ha dicho mi madre, siempre hay algún hombre que te acaba gustando y no está tan mal.

Si finalmente te decidieras a hacerlo, ¿el día de mañana no tendrías problema en contárselo a tus hijos?

Exacto, no tendría ningún problema y se lo contaría desde el principio, imagino que se lo tomarían bien, como yo, pero nunca se sabe.

Alicia prefiere no mostrar su rostro para no herir a su madre con su testimonio
"Alicia prefiere no mostrar su rostro para no herir a su madre con su testimonio"

¿Crees que la sociedad entiende la prostitución como un trabajo más?

Realmente no lo sé, yo tengo la suerte de rodearme de gente muy abierta de mente que no juzga esas cosas. Hay gente muy rara por el mundo, y las personas que no respetan ni entienden la vida de los demás no me interesan.

Tras estar familiarizada con el sexo desde pequeña, ¿qué significa para ti?

No creo en la fidelidad, aunque yo sea una persona fiel, pero sí en el sexo sin amor. Mi madre me ha contado cómo ha estado con cientos de hombres casados y sus mujeres no saben ni sabrán nunca que tienen sexo con otra persona, creándome cierta desconfianza hacia ellos, lo que me ha llevado a entenderlo como algo más frío y que no tiene por qué implicar sentimientos, solo placer.

Preferiría mil veces que mi pareja me dijera que le apetece estar con una prostituta a que me mienta, el sexo es solo sexo, pero con la confianza y la sinceridad no se debe jugar.

Para practicar sexo con un hombre tengo que tener un aliciente que vaya más allá de lo físico, me tiene que gustar, o en su defecto, obtener algo a cambio como dinero

¿Tú contratarías los servicios de un hombre?

No. Para practicar sexo con un hombre tengo que tener un aliciente que vaya más allá de lo físico, el chico me tiene que gustar o transmitir como persona, o bueno, en su defecto obtener yo algo a cambio, como por ejemplo dinero.

¿Qué importancia tiene para ti el dinero?

Bastante. El dinero da mucha felicidad. Está claro que no se puede comprar todo en esta vida, pero sí casi todo.

¿Entiendes por lo tanto que la gente haga casi cualquier cosa por dinero?

No. No entiendo que la gente pueda matar por dinero, e incluso robar, tema del que por cierto no llego a comprender. Hay gente que necesita hurtar para poder comer, pero me parece mucho peor eso que tener que prostituirse, prefiero que mi madre se decidiera a hacerlo antes que robar para sacarme adelante, si yo me viera en esa situación haría lo mismo. Todo en esta vida conlleva un esfuerzo, y al robar te estás apropiando ilícitamente de algo que no es tuyo.

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