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¿Por qué ha fracasado Eurovisión Asia?

La expansión del formato a Asia y Pacífico ha caído en saco roto por motivos geopolíticos.

La expansión del formato Eurovisión a otros territorios alejados de Europa y del espectro radioeléctrico de la UER es algo de lo que se ha hablado siempre. Ideas como la de generar un Eurovisión para todo el mundo, o clonar el formato generando spin-offs en otras regiones del globo siempre ha existido, y de hecho desde el año pasado la UER junto a entes televisivos de Asia y Pacífico daban el paso a confirmar un festival nuevo: Eurovisión Asia.

Lo que en inicio era una apuesta decidida y hasta con fecha anunciada el pasado agosto de 2017 para octubre de 2018, finalmente se ha visto truncada por 'diferencias geopolíticas', tal y como indica Michael Ebeid, director de la televisión pública australiana (SBS).

El proyecto, que contaba con el beneplácito de la UER y hasta con imagen propia, website y redes sociales, buscaba unificar un total de veinte países asiáticos y del pacífico, donde se podían encontrar potencias mundiales de la talla de China, Australia, Japón o Corea del Sur con su tan viral K-Pop. Con Australia como sede para la primera edición y más que presumible país con más peso en la organización, el evento mes a mes empezaba a dejar dudas, pidiendo primero una prórroga, y finalmente anunciando desde territorio aussie que se deja todo en stand-by

En palabras de Ebeid, la cancelación de Eurovisión Asia no es un adiós, pero sí una buena muestra de que el proyecto "ha quedado en segundo plano al no ser ahora una prioridad". No disponer de una red televisiva de tanta firmeza y años de bagaje como puede ser la UER, hace más que complicado impulsar un evento de este cariz, en el cual no solo se enfrentarían musicalmente territorios diversos, sino también diferentes modelos económicos y sociales, algunos de ellos tremendamente antagonistas. 

¿Qué ocurrirá ahora? 

Dami Im, representante de Australia en Eurovisión 20016, quedó en segundo puesto
"Dami Im, representante de Australia en Eurovisión 20016, quedó en segundo puesto"

Una vez sabemos que Eurovisión Asia no verá la luz al menos de inmediato, muchos os preguntaréis acerca de si algún formato parecido saldrá a la palestra pronto, y la respuesta es afirmativa.

Y es que Australia, desde su primer contacto en 2015 con el mundo eurovisivo, se ha quedado maravillado del modelo, y tiene entre ceja y ceja hacer un hermano pequeño para los países de su entorno. 

Desde su estreno en Viena, los australianos han cosechados grandes resultados en el festival, éxitos de audiencia en su televisión pública, y la sensación de que la llegada de la SBS al evento de la UER ha sido un soplo de aire fresco. Por ello, aunque su participación para Tel Aviv esté ya confirmada, los australianos andan explorando la vía de hacer un Eurovisión Pacífico.

El propio Michael Ebeid hablaba de un proyecto "más de nuestro control y en nuestro continente", donde pudieran desarrollar un Eurovisión a pequeña escala con la mayoría de países que sí le dieron el sí a Eurovisión Asia. A modo de prueba, este mismo año parece que Australia se dispondrá a realizar su primera preselección de la historia, un buen evento para calibrar ese posible Eurovisión de las antípodas que "esperan anunciar muy pronto". 

Golpe de realidad a un "Eurovisión global"

Eurovisión, el evento musical más importante del mundo
"Eurovisión, el evento musical más importante del mundo"

El naufragio de Eurovisión Asia supone un importante jarro de agua fría a esas voces que defienden la expansión global del producto Eurovisión. El festival goza de la salud que tiene y reúne a más de 200 millones de personas gracias a ser uno de los productos estrellas de la UER, pudiendo así exprimir sus medios y su red de difusión. 

Si bien el festival lo disfrutamos un par de semanas al año, el resto del curso la UER difunde, controla y reparte señales televisivas de todo tipo, al mismo tiempo que organiza y controla dispositivos mediáticos para todo tipo de eventos sociales, culturales y deportivos. 

Esa solera como organización permite el festival, algo que de momento la Unión Asia-Pacífica de Radiodifusión (ABU) no ha conseguido por motivos diversos. Por ello, claro que sería algo increíble vivir una Eurovisión de una semana de previas, con países de todo el mundo y un despliegue global, pero a día de hoy el entramado mediático sería incontrolable, costoso y difícil de calibrar. Sea como sea, el objetivo es ir creciendo, y se ve que pronto empezará todo por el Pacífico. 

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