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Otorexia: el peligro de obsesionarse con el 'clean eating' y la comida sana

Comer sano no consiste en contar calorías, sino en comer con sentido común.

Después de las épocas de excesos, cada vez son más las personas que se interesan por el wellness y que se aventuran a introducirse en el mundo del bienestar. Para ello, hay que asumir el riesgo de cambiar los hábitos más dañinos y comenzar una rutina alimenticia lo más "limpia" posible. Se puede empezar por deshacerse de los productos procesados, los azúcares, el exceso de sal... Y sobre todo, beber mucha agua. 

Una persona media empieza a cuidarse de esta manera cuando sufre problemas digestivos o de sobrepeso, o simplemente para verse mejor frente al espejo. El peligro llega cuando uno se obsesiona con la dieta llevándola al extremo. Adentrarse en el mundo de las dietas detox, que no solo son peligrosas, sino que además no sirven para nada, es tan arriesgado que puede llegar a desembocar en un trastorno alimenticio. 

Uno de los mayores riesgos de estas dietas es adaptarlas y modificarlas cuando no se ven los resultados esperados. En muchas ocasiones se eliminan los alimentos más calóricos o se reemplazan los más básicos por sustitutivos vitamínicos que para nada aportan los nutrientes que el cuerpo necesita. 

La decisión de dejar los alimentos calóricos por la comida sana.
"La decisión de dejar los alimentos calóricos por la comida sana. "

Muchos de estos casos desembocan en otorexia, un trastorno alimenticio que provoca que el afectado se obsesione por lo saludable hasta convertirse en una enfermedad.   Se trata del trastorno de la conducta alimentaria más desconocido para el público general. En estos casos, según señala The Independent, para detectar si una persona padece otorexia, existen tres señales principales a las que se debe prestar especial atención. 

1 Restricción de alimentos

Una de las tendencias principales en estos casos es decidir eliminar ciertos alimentos, que por creencias propias no se consideran del todo sanos. A veces, incluso se retiran de la dieta grupos completos de alimentos alegando que se padecen ciertas alergias o intolerancias. 

2 Actitud controladora

La actitud excesivamente controladora, organizada y meticulosa con la rutina alimentaria es muy propia de las personas con otorexia, igual que de aquellos que sufren otros trastornos alimenticios como anorexia o bulimia. 

3 Relación tóxica con la comida

Obsesionarse con lo que se va a comer o dejar de comer a lo largo del día es una clara señal de otoroxia. 

A pesar de la otorexia aún no se ha reconocido como un trastorno psicológico oficial, lo mejor es que antes de comenzar una dieta o cambiar tu estilo de vida de manera drástica, lo consultes con un especialista. 

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