La pandemia del coronavirus ha puesto de relieve la importancia de la investigación científica a la hora de combatir enfermedades para salvar vidas, especialmente los colectivos más vulnerables. La Covid-19 ha afectado a todo el planeta y ha provocado que la normalidad real no se haya contemplado durante un período de tres años, marcados por mascarillas, confinamientos y restricciones de movimientos de todo tipo.
A pesar de que la experiencia vivida en este sentido ha cambiado nuestra percepción sobre las pandemias, lo cierto es que en el mundo continúan olvidándose algunas patologías que necesitan investigación y que se consideran como las eternas olvidadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge una lista de 20 enfermedades como un grupo heterogéneo que denomina "enfermedades tropicales desatendidas" (ETD), aunque muchas de ellas no son tropicales como tal y se considera un nombre de carácter colonial en su origen. Se trata de un conjunto compuesto por una veintena de patologías que constituyen un reto actual en la investigación científica a la hora de superar una de las grandes barreras de desigualdad médica a nivel global.
Son enfermedades desatendidas, explica la OMS, porque afectan a las capas más desfavorecidas del planeta, están "prácticamente ignoradas por las agencias de financiación mundiales", además, afectan a "poblaciones desatendidas", que deriva en "resultados educativos deficientes y oportunidades limitadas" y termina en "la estigmatización y la exclusión social". Estas son las grandes enfermedades olvidadas por la investigación científica en el planeta.
Las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD)
La OMS recoge una lista de 20 patologías como Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). Hay varias tipologías diferencias según su naturaleza, pero todas necesitan investigación para ser erradicadas o, al menos, encontrar un tratamiento más eficaz.
La mayoría de las ETD son transmisibles, con excepción del envenenamiento por mordedura de serpiente. Además, en muchos casos pueden coexistir varias patologías en una misma región.
- Virales: Chikungunya, dengue, rabia.
- Parasitarias: Dracunculosis, ectoparasitosis (sarna), enfermedad de Chagas, esquistosomiasis, filariasis, helmintiasis, leishmaniasis, teniasis y cisticercosis, trematodiasis, tripanosomiasis.
- Bacterianas: Lepra, micetoma, pian, tracoma, úlcera de Buruli.
- Micóticas: Micosis profundas como la cromoblastomicosis.
Algunas de las patologías tienen carácter crónico. Es el caso de la úlcera de Buruli, que todavía no se conoce ni cómo se transmite, por lo que no se puede prevenir. Afecta a la piel y, en ocasiones, al hueso, por lo que puede causar desfiguraciones permanentes y discapacidad de larga duración.
Los retos de la OMS
La OMS explica que la pandemia del coronarivus ha supuesto un golpe en la investigación contra este tipo de patologías, cuyas investigaciones se han visto seriamente afectadas. A pesar de todo, el organismo pone como fecha 2030 para lograr "inversiones más inteligentes con las que mejorar la salud y el bienestar".
En dicho año, la agencia quiere reducir la morbilidad atribuida a estas enfermedades a través de la pobreza derivada y una mejora en las coberturas sanitarias. Además, se quiere mejorar el acceso a pruebas diagnósticas y oportunidades para evaluar, estudiar y ajustar las medidas programáticas "cómo y en la medida en que sea necesario", explica la OMS.
Para 2030, se impone: erradicar la dracunculosis y pian, eliminar una enfermedad en 100 países, reducir en un 75% los años de vida ajustados por discapacidad asociados a estas patologías y reducir en un 90% el número de personas que requieran tratamiento para las patologías.
