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Un padre de Alicante responde al colegio que rechazó a su hijo por pintarse las uñas

Asegura que no existen 'cosas de chicos' y 'cosas de chicas' y que lo más importante es que seamos felices.

Desde que nacemos, nos crían creyendo que existen 'cosas de chicos' y 'cosas de chicas'. Por eso, si queremos jugar al fútbol siendo chicas nos llamarán 'marimacho' y si un chico quiere pintarse las uñas o los labios, le dirán 'maricón'. Nacemos sin libertad de acción. Y es que la educación que recibimos para supuestamente ser libres, en gran medida nos encierra en una cárcel de por vida porque pensamos que realizar acciones que están atribuidas al género contrario que se nos asigna al nacer, es algo que no está bien. Así que, como consecuencia, muchas veces los más pequeños no juegan a lo que realmente desean o no son quienes realmente quieren ser. 

Por este motivo, un padre decidió romper con todo lo establecido y decirle a su hijo y al mundo que hagamos lo que queramos, siempre y cuando no dañemos a nadie. Lo hizo a través de una carta después de que uno de sus hijos gemelos, Íker, de tan sólo cuatro años llegase del colegio muy triste porque sus compañeros no querían jugar con él porque se pinta las uñas. "A mi Íker le encanta disfrazarse, maquillarse, pintarse las uñas, etc... El problema es que hoy en día, siendo tan pequeños (4-5 años), hay compis de cole que a mi hijo no le dejan jugar porque lleva las uñas pintadas... ¿Estamos locos o qué?", escribió en su perfil de Facebook Fernando del Río. 

Tuvo que explicarle que no estaba haciendo nada malo

Fernando e Íker mostraron sus uñas a todo el mundo
"Fernando e Íker mostraron sus uñas a todo el mundo"

Fernando cuenta que incluso ha tenido que explicarle al pequeño que no hace nada malo pintándose las uñas y que para convercerle de ello se ha animado a pintarse las uñas él mismo. "Duele mucho ver cómo tu hijo no quiere hacer algo que le hace feliz sólo por miedo a la reacción de sus compañeros de clase, repito, compañeros de 4-5 años. Alucino", continuaba el escrito. Esta reivindicación que ha hecho este padre es una muestra de lo importante que es que desde las propias familias se les enseñe a los más pequeños que no existen 'cosas de chicos' y 'cosas de chicas', sino que son libres de hacer lo que quieran y de sentir lo que les plazca. Y que, por supuesto, nadie puede prohibir a nadie ser quien quiere ser y mucho menos si no hace daño a nadie.  

Educar sin discriminar es la base de una sociedad mejor
"Educar sin discriminar es la base de una sociedad mejor"

Finalmente, Fernando pedía que las familias dejen a los hijos e hijas ser libres para que estos "hagan lo que les hace felices sin mirar si son cosas de chicos o de chicas, son cosas de personas, de individuos, de niños y niñas, simple y llanamente..." sin olvidarse de recordarles que lo importante es que sean felices. 

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