Este viernes 11 de noviembre, el PSOE y Unidas Podemos han presentado en el Congreso de los Diputados la propuesta de reforma del Código Penal con el fin de "afrontar algunos de los retos pendientes en la legislación penal española, en relación con ciertos tipos y penas que la evolución social, la experiencia y el derecho comparado invitan a revisar desde hace mucho tiempo", según se justifica en el texto.
Entre las claves de esta reforma destacan la eliminación de la sedición, un nuevo apartado en el artículo que hace alusión a la represión de contrabando, una nueva norma relativa a la protección penal del euro y otras monedas frente a la falsificación y una modificación del artículo 173 del CP con el objetivo de introducir una específica modalidad delictiva en la que se castigue la ocultación de un cadáver.
Esta última modificación es por la que llevan luchando años y años la familias cuyas hijas han desaparecido y sus cuerpos aún están en tierra de nadie. Familias como las de Marta del Castillo, Marta Calvo o Diana Quer, cuyas investigaciones han carecido de la colaboración de los implicados en sus asesinatos. En el caso de Castillo, su asesino, Miguel Carcaño, nunca ha querido revelar dónde ocultó el cuerpo de la joven sevillana pese a estar ya condenado.
La ocultación del cadáver afecta a la investigación del caso, pero son las personas cercanas a la víctima los que más sufren por el desconocimiento del paradero. Así se expone también en el texto, que afirma que este delito es "una acción que causa un daño específico a los familiares y allegados de la víctima y que resulta particularmente reprochable".
Esta proposición de ley explica que "resulta necesario que el hecho de ocultar el cadáver se castigue penalmente, con independencia de la pena que corresponda, en su caso, por el delito previo que haya ocasionado la muerte, pues se trata de un injusto añadido que merece una respuesta penal diferenciada".
La pena por ocultar un cadáver
El artículo 173.1 castiga de seis meses a dos años de cárcel al que inflija a otra persona un trato degradante y menoscabe su integridad moral. A este precepto, la reforma añade que "igual pena se impondrá a quienes, teniendo conocimiento del paradero del cadáver de una persona, oculten de modo reiterado tal información a los familiares o allegados de la misma".
La ocultación de un cadáver queda, de esta manera, incluida en el apartado del Código Penal que se refiere a aquellos delitos que atentan contra la integridad moral.
Esta modificación no solo caerá sobre el asesino que no informe de dónde está el cuerpo, sino también sobre toda persona que conozca el paradero del cadáver y se niegue de forma reiterada a revelarlo, aunque no esté implicada en la muerte.
