El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha lanzado un informe con la siguiente conclusión: la población de cerdos de nuestro país supera en 3.5 millones a la de personas, tal y como recoge The Guardian. Las cifras concretas se situan en 50 millones de cerdos frente a 46.5 millones de españoles.
A pesar de la mofa que pueda despertar la noticia, hay que reseñar que incluye un matiz importante: el ganado puede dañar el medio ambiente. Junto con la inclusión de especies que pueden alterar el orden de un ecosistema, también se trata de la cuarta industria que genera mayor emisión de gases de efecto invernadero, detrás del transporte, la electricidad y la industria.
Por otro lado, hay que destacar el alto consumo de agua que implica un sector que destaca en un país que sufre sequías con mayor frecuencia e intensidad con el paso de los años. Cada cerdo consume un total de 15 litros de agua. En conjunto, el consumo es mayor que el de Zaragoza, Sevilla y Alicante juntas.
Junto a todo ello, se suma la denuncia de los ecologistas, que apuntan a que sus heces están comenzando a contaminar las aguas subterráneas. Todo ello puede tener unas consecuencias muy negativas para nuestro medioambiente.
La denominación de origen
Lo cierto es que el cerdo es una de las industrias con mayor peso en nuestra economía. En total, cada ciudadano del país ibérico consume una media de 21 kilogramos de carne porcina al año.
Por otro lado, la producción de la joya de la corona, el jamón ibérico, cuenta con una larga tradición. Algunos escritos de la época romana registran la presencia de este alimento y los godos ofrecieron protección especial a estos animales.
La invasión musulmana redujo considerablemente su consumo por motivos religiosos. Por ello, se convirtió en un símbolo de la resistencia cristiana, que afianzó esta carne como vía de 'rebeldía' contra los foráneos.
Tras la reconquista, la Inquisición aprovechó el cerdo como prueba de fe. El proceso consistía en ofrecer la carne a judíos y musulmanes para comprobar si se habían convertido al cristianismo.
En la actualidad, lejos de disputas religiosas, el cerdo tiene una presencia fundamental, aunque entraña problemas. Todos ellos, relacionados con la producción del jamón ibérico de bellota, en la que se registran constantemente estafas o mal etiquetado.
A todo ello, se suman las huelgas en el sector para protestar por las condiciones de trabajo. A pesar de ello, el jamón ibérico continua siendo uno de los platos fundamentales dentro y fuera de nuestras fronteras. Y, además, un producto con múltiples beneficios para la salud.
